El abono y uso de fertilizantes es altamente recomendable para nuestra cosecha de marihuana. Si seguimos las sencillas reglas que nos proporcionan los fabricantes en los envases del abono, y proporcionamos a nuestra planta de marihuana los fertilizantes necesarios en cada fase (crecimiento y floración), conseguiremos unos estupendos cogollos de marihuana con que aliñar nuestros porros.
Hay que diferenciar entre cultivo de interior y de exterior y/o de guerrilla, o incluso mejor entre cultivo en maceta o cultivo en suelo. En el caso del cultivo en maceta en contenedores pequeños, la planta procesa y asimila con mayor rapidez el abono que le proporcionamos. Por esta razón la frecuencia de abonado en estos casos debe ser mayor, siempre cuidando de no cometer el error de suministrar abono en exceso que queme las hojas de las plantas de cannabis. Cuando la marihuana se planta en grandes macetas o en el suelo, la frecuencia con la que le añadimos abono al medio es normalmente menor, ya que la planta tendrá más sustancias nutritivas en la tierra que poder aprovechar. Recordad que la tierra actúa como un tampón que regula los defectos o los excesos en el momento del abonado. Cuanta más tierra, más tardará el abono en llegar a niveles peligrosos, pero más tiempo deberá pasar hasta que podamos volver a suministrar fertilizantes si nos hemos pasado con la cantidad. Leer más »