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Cultiva.me | Cultiva tu marihuana!!    
 

Prevención

La prevención es la mejor opción siempre. Como dice un conocido refrán, "más vale prevenir que curar". Y nunca mejor dicho cuando estamos hablando de nuestras plantas. Antes de tener que combatir una plaga (si es que podemos), mucho mejor evitar el haber llegado a ese punto. Limpieza estricta, observación continua y la utilización de preventivos es lo mínimo que podemos hacer por nuestra marihuana.

Nosotros mismos junto con las herramientas que usamos diariamente podemos ser los portadores de bichos y enfermedades. Tenemos que adquirir los buenos hábitos de los médicos de lavarnos las manos y los utensilios antes y después de manipular nuestra plantación. Recordad que la forma mediante la cual se transmiten las enfermedades en las plantas es la misma que para los seres humanos. Si nos tocamos una herida con algo sucio, lo más fácil que puede pasar es que se infecte. En el caso de las plantas ocurre lo mismo. Si usamos las herramientas sin lavar, podemos transmitir enfermedades de unas plantas a otras.

Lo mejor para las herramientas es desinfectarlas siempre antes y después de usarlas con alcohol. El alcohol pica, ¿verdad? Eso quiere decir que lo mata todo. O al menos eso decía mi abuela. También se puede usar agua y jabón. Es lo que usamos cuando nos lavamos las manos antes de comer… ¿verdad? O deberíamos 😉

Si visitamos algún jardín de otros o alguna zona del nuestro que esté infectada, debemos evitar el pasearnos por el resto. Los huevos o los propios insectos fácilmente pueden haberse adherido a nuestra ropa, y usarnos como medio de transporte para llegar a plantas sanas. Nos darían las gracias si pudiesen. Mejor no darles la oportunidad. Un cambio de ropa y una buena ducha, y ya podemos ir corriendo a ver a las reinas de nuestro cultivo.

Sobre reutilizar la tierra en el caso de plantar en macetas existen muchas teorías. Realmente, si la tierra se ‘solea‘ (se deja al sol extendida en el suelo o dentro de una bolsa negra de plástico durante semanas), todo bicho u hongo viviente se cocerá y dejara de ser un problema cuando hagamos uso de nuevo de esta tierra. Pero tened cuidado. Si la tierra tiene gran cantidad de sales o de abonos, puede resultar fatal a la hora de plantar nuevos ejemplares dado que su debilidad en los inicios puede hacer que no aguanten el nivel de nutrientes o estos no sean los adecuados. Y en ese caso, ya podemos despedirnos de nuestro nuevo cultivo. Lo más seguro es usar tierra nueva. Pero si eres un cultivador experimentado, limpias la tierra al final del anterior cosecha con agua de lluvia o productos específicos y la soleas posteriormente, puedes ahorrarte un buen dinero si vuelves a usar la misma tierra que usaste anteriormente. Si eres un cultivador novel, ves a lo seguro y compra un nuevo sustrato.

En el caso de plantar en exterior, el tema de usar tierra nueva no tiene sentido. Lo que sí se puede hacer, sin embargo, es airearlo y cubrirlo con mantillo, para dejarlo en barbecho todo el invierno. Según los entendidos esta práctica te proporciona incluso una mejor tierra que cuando plantaste por primera vez.

Una muy buena opción es poner otras plantas junto con las de cannabis. El extracto de ortiga es fenomenal para mantener a los hongos a raya. Prueba a poner alguna ortiga en tu jardín. Los ajos son un tremendo repelente de insectos que evitarán que se acerquen a tus plantitas. Puedes plantar varios dientes de ajo a 1 centímetro de profundidad alrededor de tu chicas. Si trasplantas, llevalos junto con la marihuana al nuevo emplazamiento.

Por último, tened en cuenta que las enfermedades y los insectos atacan primero a las plantas débiles. Las fuertes crecen y se regeneran más rápido de lo que sus enemigos pueden afectarle. Además todas las plantas tienen sus propios mecanismos para combatir sus plagas, por lo que plantas fuertes y sanas indican su gran resistencia y su buen sistema inmunitario. Puede ocurrir que las plantas más débiles sean atacadas por plagas, y estas se hagan peligrosamente grandes. En ese caso las plantas sanas pueden verse comprometidas y no sean capaces de combatirlas. En esta situación, lo mejor es ‘prescindir’ de las débiles antes de que ocurra alguna catástrofe. Sí, prescindir. Cortarlas, aunque de pena. Como dice el título, Prevención. Muy importante.

 

hojas con el reverso lleno de huevos marihuana con telas de araña roja

 

Hormonas de enraizamiento

En el mercado podemos encontrar gran variedad de productos que incorporan hormonas de enraizamiento que ayudarán a nuestros esquejes y plantas a desarrollar un buen sistema radicular. El sistema radicular es el conjunto de las raíces de la planta, que le proporciona los nutrientes y agua necesarios para su buen desarrollo. Mediante estas hormonas potenciamos el sistema natural de nuestras plantas cuando son pequeñas, acelerando el crecimiento, o de nuestros esquejes cuando están formando las raíces.

Para los esquejes este tipo de productos resulta indispensable al aumentar el índice de supervivencia. En el proceso mediante el cual crean nuevas raíces, las células del tallo deben pasar a fabricar células indiferenciadas, para después continuar con la nueva producción de células de raíces. Gracias a las hormonas de enraizamiento, este proceso se acelera comenzando inmediatamente a ser producidas células indiferenciadas, para pasar a convertirse rápidamente en células radiculares.

Además, en estos productos se suele incorporar algún tipo de fungicida que evite que las plantas adquieran el conocido como mal del vivero, que consiste en el ataque de un hongo que provoca la putrefacción de las raíces. Podemos observar esta enfermedad en los ejemplares que no sobreviven y que muestren en la base del tallo un oscurecimiento y una disminución del grosor del mismo. Entre los hongos causantes de esta enfermedad podemos encontrar Botrytis, Phythium y Fusarium.

Los productos que tenemos a disposición se presentan de tres formas: líquido, polvo, o gel. Los dos últimos se aplican en la zona del tallo que vamos a enterrar, y el líquido normalmente mezclado con el agua de riego. El gel de enraizamiento y el líquido se muestran mucho más efectivos al lograr que las hormonas penetren mejor y más uniformemente en el tallo. El polvo, sin embargo, se adhiere débilmente las paredes del tallo, tiene un índice de penetración menor, y consigue estimular las raíces de manera homogénea.

Como recomendación, dentro de los productos en gel, podemos destacar "Clonex", de la casa Growth Technology.

 

 

Buen sistema radicular de una planta de marihuana bote de clonex con su cajita

 

Podar y doblar las ramas. Darle forma a nuestra planta.

Con el podado o el doblado de las ramas podemos controlar la forma  y altura de nuestras plantas de marihuana. Si estamos cultivando en un lugar comprometido, podremos evitar que los ejemplares alcancen tamaños peligrosos que las expongan a la vista de los curiosos. Además, con estas técnicas podemos ayudar al cannabis a crecer de una forma controlada y como nosotros deseemos, al desviar las hormonas de crecimiento a otras zonas más convenientes en cada momento.

 Al podar o doblar una rama, las hormonas de crecimiento que utiliza la planta para desarrollarse se verán redirigidas a otros puntos de la planta. Estas hormonas vegetales o fitohormonas, técnicamente conocidas como auxinas, son las encargadas de regular los procesos de crecimiento de la planta, sobre todo el relacionado con los tallos.

Por ejemplo, al cortar el brote principal de la planta estamos provocando que las hormonas se acumulen en mayor medida en la punta de las otras ramas de la planta, logrando por un lado controlar la altura total de la misma, y que el ejemplar crezca más a lo ancho por otro.

Hay  que destacar que el podado tiene un efecto mayor que el doblado. Por lo tanto, al doblar una rama de la planta no se desviará de manera tan drástica a las hormonas de crecimiento a otros puntos de nuestra planta.

 

 

Consejos para el momento de la cosecha. Como cortar la planta

Llegó el momento de cosechar. ¿Cómo cortamos la planta? ¿Qué le quitamos? ¿Cómo la preparamos para el secado? ¿Qué es el manicurado?

En el momento de recoger las plantas hay dos métodos para realizar el cortado de los ejemplares. Dependiendo de lo grande de la planta y del espacio que tengamos para realizar el manicurado, podemos cortarla por la base o podemos cortar las ramas en trozos más pequeños. Estos trozos deben ser cómodos de manejar para poder quitar las hojas más grandes. Estamos hablando de cortar las ramas sin desechar las partes del tallo que no están cubiertas de cogollos, para facilitarnos las tareas de colgado en el lugar del secado. En el caso de que cosechemos la planta entera esta debe tener el tamaño suficiente para poder realizar correctamente la labor de manicura.

El manicurado consiste en quitar de la planta las hojas más grandes, y otras no tan grandes pero que no tengan tricomas (bolitas de resina). Lo más cómodo es realizar esta tarea justo después de cosechar, aunque podemos ahorrarnos trabajo si quitamos un par de días antes las hojas de mayor tamaño de la planta. Hay una práctica que consiste en mantener las hojas en la planta hasta que esta haya pasado el proceso de secado. De esta forma protegemos a los tricomas de posibles roturas y aplastamientos, así como de la luz. Recordad que la luz, una vez cortada la planta, va degragando poco a poco el THC de la resina. Este método se recomienda cuando el lugar donde se van a secar las plantas puede hacer que estas se rocen excesivamente entre sí o puedan ser golpeadas.

El único inconveniente de este método es que la tarea de manicurado se vuelve mucho más incómoda y difícil, al haber perdido las ramas su flexibilidad y estar las hojas mucho más duras y rígidas.

Ambas formas de cosechar son correctas. Una tiene la ventaja de ser más cómoda (y cuando hay mucha cantidad a manicurar, esto es importante), y con la otra logramos una mayor protección de la resina. Aunque lo más importante se elija la que se elija, es tratar siempre a las plantas con sumo cuidado, y evitar tocar en la medida de lo posibles los cogollos y las partes de la planta donde veamos brillar la resina.

 

Marihuana cortada y secada, a punto para ser curada tricomas vistos al microscopio

 

Consejos para el momento de la cosecha. 24 horas de oscuridad

Cada maestrillo tiene su librillo. Y nada más cierto para los cultivadores de marihuana.

Hay muchas teorías sobre en que momento del día recoger la cosecha para la marihuana y para muchas otras plantas. En viñedos de poca extensión en ocasiones se prefiere hacer la vendimia de noche, porque es cuando se concentran en la fruta las mayores cantidades de elementos que ayudarán a obtener un vino espléndido.

La teoría o práctica más aceptada en el caso del cannabis es la de recoger la cosecha al amanecer, después de que la planta ha tenido un ciclo completo de oscuridad. Hay expertos que incluso provocan que la planta esté 24 horas a oscuras antes de ‘vendimiarla’. Lo tienen más fácil los cultivos de interior que los de exterior, ya que es el propio cultivador el que regula la  duración del periodo de luz. En los externos podemos lograrlo cuando tengamos ejemplares pequeños o en maceta, y los podamos trasladar a un lugar oscuro, u ocultarlos con cajas grandes de cartón (funciona siempre que el cartón no deje ninguna rendija de luz.  Asegurado).

La mayoría coincide en que los cogollos parecen estar más resinosos cuando pasan por este estadio de oscuridad prolongada. ¡Así que tendremos que probar!

 

 flor de cannabis con resina

El agua

El agua es la vida para la marihuana.

Debemos tener especial cuidado con el agua con la que regamos nuestra plantación. El agua que proviene del grifo, el agua corriente, puede contener gran cantidad de sales disueltas y un ph demasiado bajo o demasiado alto para que las plantas absorban todos los nutrientes que se encuentran en el suelo.

El ph ideal se encuentra generalmente entre niveles de 6 y 7. En este rango la planta es capaz de absorber todos los nutrientes que requiere. Un ph inadecuado provoca que algunos de los elementos que la marihuana necesita no sean asimilados, presentando diversos problemas que harán que no desarrolle todo su potencial. Es muy importante que regulemos el ph del agua de riego con correctores de ph, para asegurarnos que las plantas puedan captar todos los nutrientes imprescindibles para su crecimiento y floración.

Una gran cantidad de sales disueltas en el agua evitarán que el cannabis chupe toda la necesaria, y puede hacer incluso que nuestra planta pierda agua por las raices por el fenómeno fisico-químico de la osmosis: el agua tiende a igualar los niveles de sales entre la tierra y las raices. En este caso, al haber más sales fuera de las raices que dentro, para igualar la cantidad el agua fluye de la planta a la tierra, disminuyendo el total de agua dentro de la planta aumentando la concentración de sales en el interior, y disminuyendo así la concentración en el exterior. Una buena ayuda para la planta es que la tierra donde esté plantada tenga un buen drenaje; y hay que tener especial cuidado cuando cultivemos en contenedores, porque las sales pueden acumularse y convertirse en un problema (estrés sódico), y quitarles a las raíces su habilidad para absorber agua.

El mejor agua que existe es el agua de lluvia. Esta (si no proviene de lluvia ácida, en cuyo caso también tendríamos que regular su acidez), tiene niveles neutros de ph y poquísimas sales disueltas (las que haya podido recoger en el ambiente en su caída desde las nubes al suelo). Una buena práctica consiste en regar abundantemente de cuando en cuando con agua de lluvia o agua destilada. Una proporcion de referencia sería tres litros de agua por cada litro de tierra. Con esto conseguiremos lavar la tierra de sales y equilibrar el ph de la tierra. Otro consejo es el de mezclar el agua del grifo con agua de lluvia si es posible, con el objetivo nuevamente de bajar la concentración de sales.

En el momento de germinar las semillas y en los primeros días de vida de las plantas (se llaman plántulas en este periodo) es imprescindible usar agua destilada o de lluvia. El cloro afecta negativamente a las raíces llegando incluso a quemarlas, o evitando que las semillas germinen y desarrollen su primera raiz. Otra acción que podemos llevar a cabo con la que conseguiremos que el agua del grifo baje su nivel de cloro, es la de llenar un bidón con este agua y dejar que se evapore el mismo durante uno o dos días.

Si tenéis la posibilidad recoged siempre agua de lluvia mediante canalones, etc,o si usáis aire acondicionado usad el agua destilada que producen (¡¡también vale para la plancha!!) siempre que esté bien limpia y clara. En caso contrario se puede comprar agua destilada, destinándola para el momento de germinar y hacer crecer a las plántulas y para regar el cultivo antes de cosechar y lavar así la tierra.

 

agua y nutrientes, absorción dependiendo del ph

 

Consejos para el momento de la cosecha. ¿Colgar boca abajo?

Entre los cultivadores de cannabis se encuentra la práctica extendida de colgar las plantas boca abajo para el secado. Aunque en realidad, el motivo por el que a veces se hace sea totalmente falso.

Existe la creencia de que al colgar las planta boca abajo (como si tuviesen boca, je), se provoca que el THC "que pudiera tener la planta en su interior"  fluya hasta los cogollos. Esto es un razonamiento erróneo, puesto que la resina y el THC no se encuentra ni en las raices ni en los tallos. La resina es la que podemos ver a simple vista, y el THC está en cogollos y hojas. Y lo más importante, no se mueve. Una vez es creado por la planta, permanece allí hasta que se degrada, se desprende de la misma, ¡o nos lo fumamos!

Realmente el colgado para abajo, con los cogollos apuntando al suelo y el tallo apuntando al techo, se realiza para una mayo comodidad y protección de la planta, porque asi podemos sujetarlas del tallo o de la unión de alguna rama con el tallo, a modo de percha. Esto se puede hacer si la planta no es muy grande. En caso contrario, podemos cortar las ramas más grandes y el tallo central por la mitad, y colgar así cada una de las partes más facilmente.

Por cierto, tampoco hace falta que herváis las raíces y el tallo una vez habéis manicurado la planta. Como he dicho antes, no contienen THC ni para colocar a una mosca. Se han realizado análisis de ambos, y se ha comprobado en laboratorio que el contenido en THC de estas partes de la planta es prácticamente nulo. Por el contrario, las hojas en general si contienen pequeñas cantidades (en comparación con los cogollos), y sobre todo las que están bañadas por una capa brillante de resina. Recordad que en el manicurado siempre hay que quitar las hojas más grandes y verdes, y dejar sólo aquellas (incluso recortando las puntas) que sean pequeñas y de verdad contengan bolitas de resina (tricomas).

 

Marihuana secando boca abajo colgada de cuerdas

Consejos para el momento de la cosecha. Evita pulverizar

El momento de la cosecha  es el más esperado de todo el cultivo. En él la planta requiere de nuestro últimos mimos y cuidados, y es una etapa crítica en la que no podemos equivocarnos. Una abonado hasta el último momento o una pulverización cerca de la recogida pueden arruinarnos el sabor de nuestra marihuana.

 

Evitar Pulverizar hacia el final del cultivo

 

Debes abstenerte de pulverizar la planta dos semanas antes de cortarla. Los productos contra insectos, ácaros, etc, pueden hacer que los cogollos tengan después un sabor amargo y que produzcan un humo blanco intenso ‘poco recomendable’.Eso por no hablar de los posible efectos nocivos para la salud aunque se trate de productos ecológicos.

En casos en los que la pulverización sea inevitable, entonces toca lavar a fondo (pero con ciudado) las plantas. Échales agua en abundancia por las hojas y cogollos, y por aquellos lugares en los que hayas rociado el producto. No dejes que el chorro de agua tenga fuerza suficiente como para dañar la planta o arrastar la resina. Esta no se siduelve en el agua, pero si puede desprenderse de la planta. Agítala después con cuidado para intentar que se quede la menor cantidad de agua posible en los cogollos. ¡En este momento, son como esponjas!

Deja secar la planta después, y estate atento al moho. Ya sabéis que le gusta la humedad. Así que procurar realizar esta operación al amanecer, antes de que le de el sol directo a la planta para evitar quemarla con el agua.

Si la planta ya parece de brotitis (el moho), o crees que hay posibilidades de que lo contraiga, entonces lo mejor es no realizar este lavado, y como consecuencia minimizar al máximo la pulverización.

Aunque por experiencia, si tienes una plaga excesiva siempre es mejor intentar reducirla aunque se tenga que pulverizar antes de cosechar, si no quieres fumar más bichos que resina. Para ello puedes usar jabón potásico, que se descompone con la luz en potasio entre otras cosas (comida para los cogollos, vamos), y es de los productos más seguros para nosotros.

 

planta cogollada lista para cosechar cogollo de marihuana con brotitis

 

El olor del cannabis

 

Muchas veces el olor que desprende la marihuana se convierte en un problema cuando llega el momento de la cosecha.

Las plantas están en su máximo esplendor con los cogollos bien formados y la producción de resina al máximo, y hay que mantener una buena ventilación en el lugar de plantación, así como después en los habitáculos de secado y curado.

E olor de la marihuana es consistente y se acumula si no proveemos al cultivo de una corriente de aire que limpie y purifique el ambiente.

El principal causante del olor es la evaporación de los aceites esenciales del cannabis. Esto se produce cuando la temperatura supera los 21ºC. Así que una buena práctica es la de intentar mantener la temperatura del lugar de cultivo por debajo esta cota.

En cultivo de interior se debe poner un filtro de carbón antes de expulsar el aire al exterior por medio de los conductos de extracción.

 

  

flor con resina de cannabis y hojas blancas de tricomas indio fumador de marihuana

 

White Rhino

 Inaugurando nuestro análisis de variedades, vamos a comenzar por hablar de la variedad White Rino, de la casa Green House Seeds Co.

Esta variedad es un híbrido con predominancia índica proveniente de Holanda, que puede ser plantada tanto en interior como en exterior. Es un cruce de variedades Afgana, Brazilian y  South India.

Se trata de una marihuana medicinal, bastante fuerte. Ha sido usada principalmente en la investigación medicinal de la marihuana, siendo destinada originalmente para su consumo por individuos con enfermedades terminales. La posterior evolución y la continuación en la crianza han permitido que esta variedad se conserve para ser consumida en la actualidad. 

La floración en exterior la finaliza entre el 1 y el 15 de Octubre (durante abril en el Hemisferio Sur), y el tiempo total de crianza en interior varía de 65 a 70 días según especifica Green House. su producción puede estar entre 900gr y 1000gr por planta en exterior.

Su contenido final en THC ronda el 13,5% (CBD 0,77% y CBG 0,27%), y aunque encontremos otras variedades de marihuana con mejor índice, su colocón es bastante potente en comparación. Tiene efectos narcóticos y físicos, provocando un notable apalancamiento. Ideal para ‘despedir’ el día con un buen canuto. Su sabor al fumarla es serio, su olor intenso y generoso, incluso con un ligero aroma picante que evoca especias como la pimienta o el curry, y genera un humo blanco y abundante.

Su palmarés comprende un segundo puesto en el Bio HTTC de 1996, y otro segundo en la Champions Cup del 2005.

 

white rhino cargada de cogollos y resina