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Como cultivar marihuana ecológica (sin fertilizantes químicos)

tierra de cultivo para marihuana rica en fertilizantes orgánicosEl cultivo de marihuana ecológica implica el usar abonos orgánicos en lugar de productos químicos. Una de las ventajas de este método es que teniendo un suelo rico en compuesto orgánico se reducen las posibilidades de que las hojas de la marihuana se quemen por un exceso de sobrefertilización, uno de los errores más habituales de los cultivadores primerizos. Esto se produce porque cuando la planta de marihuana se alimenta de sustancias orgánicas presentes en el suelo en un medio que contiene gran cantidad de vida microscópica en él mismo, son capaces de tomar únicamente los nutrientes que necesitan dejando el resto en el suelo para seguir alimentándose posteriormente. Sin embargo, esto no evita totalmente el riesgo de la sobrefertilización, sobre todo si se abusa demasiado de fuentes ricas en Nitrógeno, como la harina de sangre. Es recomendable usar las cantidades correctas, porque un con exceso de sobrefertilización orgánica es más complicado lavar la tierra para corregir el error.

Otra de las ventajas de los abonos orgánicos frente a los químicos es Leer más »

Los 10 errores más habituales al cultivar marihuana

plantas de marihuana incutadas por la policia antidroga en Estados Unidos

1. Abusar al regar la marihuana

El exceso de riego mata a las plantas de marihuana. como norma general hay que regar una vez que en la parte superior de la tierra se sequen unos pocos centímetros de profundidad.

En hidroponía es más difícil que tengamos un exceso de riego si usamos lana de roca, porque tiene excelente propiedades de drenaje. Una configuración de cultivo hidropónico de marihuana bien puede ser regado constantemente como el método de riego por goteo, o de una a tres veces al día con el método de inundación seguido de un buen drenaje.

2. Decirle a Leer más »

Plagas en nuestra planta de marihuana – La mosca blanca

Una de las tantas plagas que puede padecer nuestra planta de marihuana es la mosca blanca. Su nombre científico es Trialeurodes vaporariorum, y también se le conoce como Bemisa tabaco y es originaria de América Central. La mosca blanca es un insecto volador con dos alas que mide entre 3 y 4 mm, se caracteriza por su color blanco. Generalmente en invierno se aloja debajo de las hojas de marihuana, sin moverse, succionando de esta forma la savia de la planta.Su reproducción se realiza con huevos que suele poner en el envés de la planta.

No suele causar un gran daño, por lo cual dentro de las plagas de la marihuana, es una de las menos peligrosas. De todos modos  puede ocasionar daños al absorber la savia Leer más »

Toxicomanos, drogodependencia y marihuana

toxicomano drogodependenciaLos toxicómanos son aquellos que sufren la toxicomanía. La toxicomanía es el hábito patológico (se considera una enfermedad) de intoxicarse con sustancias que producen sensaciones y efectos agradables y/o que calman o suprimen el dolor. La marihuana como tal, está considerada en la mayor parte de países como una droga, aunque hay excepciones. En determinados países la marihuana se asocia a costumbres y tradición, y el consumo habitual del cannabis no se encuentra penado por ley. Uno de los peligros del cannabis es su posición como droga de iniciación en edades muy tempranas. Más del 60% de los toxicómanos en España comienza a consumir drogas entre los 10 y 12 años, y son el tabaco, el acohol y la marihuana las drogas con las que se inician, para pasar posteriormente a las anfetaminas, la cocaína y una combinación variopinta de sustancias tóxicas.

A pesar de estar considerada una droga blanda, la marihuana no debe nunca menospreciada por el consumidor. Es cierto que los efectos secundarios que produce en el organismo a largo plazo son mucho menores que otras sustancias más fuertes, y que incluso el alcohol. Pero la drogodependencia es un problema que está íntimamente Leer más »

Cuidados generales para nuestra planta de marihuana

A veces es posible encontrar numerosos problemas para cultivar marihuana y  carencias a la vez enImage and video hosting by TinyPic nuestras plantas de marihuana. Muchas de las carencias se deben a un PH inadecuado o a un exceso de sales en la tierra. Si este tipo de cosas suceden las raíces no pueden absorber los nutrientes debidamente aunque estén en la tierra. Para solucionar estos problemas lo que debemos hacer es lavar la tierra regándola con una cantidad de agua considerable, (alrededor de dos litros de agua por cada kilo de tierra) la cual debemos dejar que escurra por los orificios del drenaje. De esta forma el agua arrastrará disueltas las sales presentes en la tierra. Es muy importante el uso de abonos con NPK (nitrógeno, fósforo, potasio) durante toda la vida de nuestra planta de marihuana, Leer más »

Agua para tu planta de marihuana

Riego por goteo marihuana
Un aspecto muy importante para tener en cuenta cuando cultivas marihuana es la necesidad de agua que tiene la planta. El correcto riego es fundamental para la vida de la planta de marihuana y, por lo tanto, debe realizarse con mucha responsabilidad. La planta de marihuana o cannabis necesita abundante agua. Sin embargo, esto no significa que debe estar en un terreno encharcado. Es recomendable que la tierra se seque un poco entre riego y riego, para lo cual es necesario que drene correctamente.

El agua corriente contiene cloro, nada bueno para la marihuana, así como sales que pueden bloquear los nutrientes del substrato, impidiendo que el sistema radical los absorba. Para que el agua sea más apta Leer más »

La Cosecha III: el Secado

Secado4El secado de marihuana es un proceso importante que hace que el THC cambie de su forma hidratada a su forma más psicoactiva: la seca o THC neutro. Se debe realizar en oscuridad y a una velocidad adecuada ya que, por una parte, la luz ultravioleta degrada el THC cuando el cannabis ya se ha podado y, por la otra, la velocidad no debe ser demasiado rápida para que ciertos componentes de la planta de marijuana (como los pigmentos) se degraden y no queden retenidos. Si el tiempo de secado es demasiado corto, nuestro cannabis no tendrá ese buen sabor… el humo será áspero y además la combustión no será buena.

Una cosecha pequeña se puede secar en Leer más »

¿Qué ocurre con el polen y el cannabis?

En época de crecimiento del cannabis, debemos de ser muy cuidadosos con las plantas hembra y macho de marihuana si queremos obtener una cosecha sin semilla. Debemos evitar la polinización de las plantas hembra.Los machos florecen antes que las hembras y comienzan enseguida a producir el pólen que fecundará las flores femeninas con ayuda del viento y los insectos. Una vez fecundadas, las hembras ya están destinadas a producir menos sustancias psicoactivas debido al esfuerzo extra que les supone producir semillas. Por eso es importante identificar pronto a las plantas macho y prescindir de ellas, siempre que se busque una buena cosecha de calidad y cantidad, y no la generación de semillas para futuros cultivos. Leer más »

Qué no hay que hacer al cultivar marihuana

Los cultivadores noveles suelen cometer muchos errores en los primeros cultivos de marihuana. Esto se une a la dificultad de realizar un diagnóstico adecuado en las primeras cosechas. No se conocen los síntomas de las enfermedades o las plagas, y se pueden confundir, no realizando el tratamiendo correcto en el momento adecuado. Además, se desconocen los malos hábitos y se cometen fallos que mermarán la producción de nuestras plantas.

En los comienzos, por desconocimiento, es habitual creer que basta con plantas las semillas, y que las plantas crecerán sólas mientras les demos agua. Y además de esto esperamos que nuestra cosecha sea abundante y de buena calidad, superando en todos los aspectos a las de nuestros amigos o conocidos. Mucha suerte tenemos que tener si conseguimos finalmente unos buenos resultados si no hacemos nada más que esto. Otras veces sí se conoce que a las plantas hay que ayudarlas con fertilizantes, y que hay que vigilar por si aparece alguna plaga, pero se realizan algunas acciones o se descuida algún elemento que provoca que no aprovechemos todo el potencial de nuestras plantas e incluso las pongamos en peligro.  A continuación voy a explicar algunos, de los principales errores que se comente cuando uno es principiante en el cultivo de cannabis. Y a veces no tan principiante…

Uno de los problemas que se dan por descuido en el cultivo de interior es el de la falta de una correcta ventilación. Las plantas necesitan gran cantidad de CO2 para desarrollarse, y si no tenemos un buen sistema de ventilación en interior, su crecimiento se verá mermado y tendremos unas plantas con mayor facilidad a enfermar y ser atacadas por insectos. Debemos procuparnos por tener un buen sistema de ventilación. Lo podemos conseguir por medio de ventiladores enfocados hacia las plantas a cierta distancia, o con sistema más complejos compuestos por tubos, filtros y removedores de aire.

Otro de los problemas es una temperatura inadecuada. Las plantas de cannabis soportan temperaturas entre 10y 40 ºC. Pero esto no quiere decir que se desarrollen correctamente cerca de los valores límite. Por el contrario, su crecimiento se puede detener y se pueden provocar daños irreversibles en las hojas. Por encima de 40 ºC comienza un proceso de destrucción de proteínas fabricadas en las hojas haciéndolas inservibles. Además, se aumenta la cantidad de agua que la planta tiene que evaporar para disminuir el calor, haciendo que consuma muchos más recursos y energía en esta tarea, que puede suponer más del 70% del total de energía que consume la planta. Por debajo de 10 ºC el crecimiento se detiene, y la planta entra en un estado de latencia. Por debajo de 0 ºC durante un periodo continuado, la planta muere. La temperatura ideal del aire para un correcto desarrollo está en torno a 25 ºC.

La cantidad de agua que aportamos a la planta también puede convertirse en un problema. Todo el mundo sabe que poca cantidad de agua hará que la planta tenga un aspecto raquítico y pueda llegar a secarse. Pero mucha cantidad puede tener los mismos efectos catastróficos para la plantación. Se pueden ahogar las raíces al disminuir el aire que hay atrapado en la tierra si se riega demasiado. La tierra queda empapada y las raíces no pueden "respirar". Podemos conseguir con una tierra demasiado húmeda por mucho tiempo que aparezcan mohos que puedan llegar a pudrir las raíces de la planta.

Las quemaduras en las hojas pueden ser muy peligrosas. Si regamos o si se forman gotitas de agua en las hojas y las plantas se encuentra bajo el sol o bajo los potentes focos de un cultivo de interior, los rayos de luz que atraviesan este agua puede quemar la superficie de las hojas. Las pequeñas gotas sobre las hojas actúan como una lupa, concentrando los rayos de luz en un punto, dañando la superficie que la planta utiliza para producir clorofila. Debemos ser muy cuidadosos con no mojar las hojas cuando las plantas estén a pena luz, porque esto daños en las hojas son irreversibles.

Hablando de la luz, la falta de la misma es otro de los problemas que podemos tener. En exterior, debemos plantar las semillas teniendo en cuenta que en plena fase de crecimiento los días sean los más largos del año, para recoger cuando la noche se alargue y la planta termine la floración. En los meses donde las noches con más largas que los días, en invierno, las horas de luz pueden no ser suficientes y puede provocar que las plantas crezcan muy poco y tengan una floración anticipada. En interior, un alumbrado insuficiente nos dará plantas pequeñas y que incluso detengan su ritmo de crecimiento.

La humedad ambiental también puede ser un inconveniente si no es la adecuada. Poca humedad hará que la tierra se seque antes, tengamos que regar más a menudo, y que la planta gaste mucha energía evaporando más agua. Una humedad excesiva en ocasiones es buena para combatir plagas, pero también es excelente para que los hongos y mohos crezcan y se extiendan a sus anchas. Los mohos adoran la humedad. En la planta eligen sobre todo los cogollos bien formados porque almacenan gran cantidad de humedad en su interior, las raíces provocando el conocido mal del vivero, y las hojas.

Estos son problemas comunes que se convierten en habituales en cultivos de principiantes. Al principio y dependiendo del lugar en que plantemos, se puede hacer más o menos complicado evitar estos problemas. Siempre pedir consejo a cultivadores más experimentados, y huid de los consejos populares porque muchos suelen estar equivocados. Estad atentos a vuestros ejemplares, porque cuando los síntomas se hacen visibles, la planta ya ha sufrido cierto estrés y podemos tardar días en recuperarlas. Y varios días significan mucho tiempo en la vida de nuestras plantas.

 

montaje de cultivo de interior con un simple ventilador planta protegida de la climatología exterior

 

Viento. Como evitar que las ramas con cogollos se partan.

En exterior, el viento fuerte es uno de los principales enemigos de las plantas. Cuando las plantas están cargadas de cogollos, las ramas se encuentran con un peso varias veces superior al que tendrían sólo con hojas y pueden romperse fácilmente con un fuerte viento. Además de este riesgo, un viento continuado seca las hojas y hace que necesiten mayores cantidades de agua para contrarrestar este efecto.

En el sur de España se da un fenómeno especial llamado calima, que consiste en arenisca procedente de las zonas más áridas mezclada con viento salino del mediterráneo. Este tipo de viento es especialmente dañino para las plantas. Provoca que se resequen las hojas y que el cannabis sufra estrés hídrico, mermando su desarrollo y su futura produccion de THC. En el caso de cultivar marihuana en zonas donde se presente este tipo de vientos, debemos proteger nuestro cultivo con cortavientos. Una pared, un muro, un seto, una estructura de madera… cualquier barrera rígida puede servir para proteger las plantas de los vientos intensos. Y si este está cargado de arena y partículas, es muy recomendable lavar las hojas con agua después de días de viento fuerte o racheado.

Ante este tipo de inclemencia climatológica, las plantas tienen sus propios mecanismos de defensa. Uno de ellos es el de trasladar una mayor cantidad de humedad de las raíces a las hojas. Este mecanismo defensivo les permite regular su temperatura y su química interna. Esta es la razón por la que unas plantas expuestas a vientos frecuentes y a pleno sol necesiten mucha más agua que si estuviesen en un entorno protegido, o cultivadas en interior.

Otro mecanismo de defensa para aguantar los embates del viento es el de producir mayor cantidad de celulosa en el tallo, y obtener un tronco mucho más ancho y robusto. Esto se debe a que el movimiento oscilante del tallo respeto a la base hace que la planta genere mucha más glucosa, cuyo exceso termina siendo transformado en celulosa, uno de los material de los que está compuesto el tallo.

Para lograr que la planta sea más resistente ante estos contratiempos, debemos acostumbrar a nuestros ejemplares desde pequeños a que sufran el efecto del viento. Siempre con sentido común, debemos ir quitando poco a poco las protecciones que frente al viento podamos haber instalado en nuestro jardín. Durante el crecimiento vegetativo, mediante la acción del viento conseguiremos una planta con un tallo y unas ramas robustas, que aguantará mucho mejor el peso de los cogollos mientras llega el momento de la cosecha. Después, lo ideal sería que en la fase de floración, mientras se forman los cogollos, la planta no tuviera que gastar energías en la producción de almidones complejos y celulosa para reforzar su estructura. Podemos en este momento volver a proteger con cortavientos si tenemos esta posibilidad.

Hay que estar siempre informado de la situación del tiempo y de las predicciones meteorológicas para tener controlado nuestro vergel y evitarnos posibles disgustos. Si conocemos que se van a presentar días de fuerte viento, deberemos proteger nuestras plantas. El viento flojo y moderado es bueno cuando están creciendo, pero el viento fuerte siempre es dañino. Puede dejar el follaje de la planta plagado de hojas secas y rasgadas, que afectarán al crecimiento de la planta y a su producción (y que pueden ser la vía de entrada de posibles enfermedades y servir de atracción a plagas de insectos amantes de las plantas debilitadas).

Si las plantas están en una fase de floración avanzada y esperas vientos intensos en la zona, te aconsejo atar las ramas al tallo con cuerda fina, cuidando de que las cuerdas rocen lo menos posibles los cogollos. Esta también es una buena opción si crees que va a llover con intensidad, ya que los cogollos tienden a absorber mucha humedad y prococan de esta forma que aumente drásticamente su peso. Si temes de que el tallo se pueda partir por el peso de tu planta o por la fuerza del viento, puedes intentar atarlo con cuerda o alambre fino a algún soporte. La mejor opción es copiar la técnica de sujección de las antenas de televisión de los edificios, o de las tiendas de campaña. Tres cuerdas por ejemplo, en forma de triángulo, que vayan bien tensadas desde la parte media o superior del tallo al suelo, serán un perfecto refuerzo que evitarán que el tallo se rompa o que la planta sea tumbada de raíz por los embates del viento.

Lo único bueno del viento fuerte: ¡Los bichos lo odian! Si tienes una plaga, el viento fuerte y la lluvia con bajas temperaturas pueden convertirse en tu aliado y ofrecer incluso mejores resultados que un buen insecticida.