El secado de los cogollos de marihuana puede tardar entre 2 y 6 semanas, y el posterior proceso de curado de la marihuana puede hacerlo entre 2 semanas para los más impacientes, y hasta 2 meses o más para los cultivadores que desean un secado lento y de calidad. El tiempo de secado del cannabis depende también del lugar donde se almacene y el clima de la zona. En climas cálidos la marihuana se secará más rápido, y en lugares tropicales donde hay mayor humedad ambiental el proceso se prolongará durante más tiempo.

El secado puede realizarse tras la poda de las ramas (y el posterior manicurado si elegimos esta opción) colgando estas boca abajo en un cuarto oscuro y ventilado. Es una buena práctica el disponer de un ventilador que remueva el aire suavemente. El lugar elegido debe ser fresco y oscuro (pero no muy húmedo), y debe disponer de la ventilación suficiente para evitar que tengamos problemas de moho y hongos. Es vital durante los primeros días la vigilancia en busca de posibles brotes de moho, y corregir el problema con la mayor rápidez posible si se produce.

Una vez las ramas más finas se puedan romper doblándolas con un chasquido seco y poco elástico, será el momento para retirar el ventilador. La acción de manicurar la planta nada más cortar las ramas (quitar las hojas más grandes, dejando sólo las pequeñas para que protegan los cogollos cargado de resina), es más sencilla que si la posponemos para cuando la planta esé seca.

El principio para un buen secado de la marihuana es que esta se vaya secando poco a poco y no demasiado rápido. Una marihuana secada rápidamente tendrá un gusto a hierba húmeda desagradable y raspará la garganta, lo que ningún cultivador quiere, porque no le habrá dado tiempo a la clorofila a descomponerse antes de que la planta haya perdido la mayor parte del agua. El secado demasiado lento, aunque preferible, tiene el inconveniente de posibles problemas de moho. Esto se puede evitar haciendo que haya suficiente circulación de aire en la estancia, y es por eso por lo que recomendamos utilizar un ventilador eléctrico, aunque no debe tirar aire directamente a la planta.

Un indicativo de que el secado se está haciendo correctamente es que las hojas más pequeñas que están alrededor de los cogollos, se pegan a estos y se comienzan a enrollar como si fuese un lazo de un regalo. Si aún no hemos hecho el manicurado, es ahora cuando podemos hacerlo al proteger estas hojas más pequeñas a los cogollos de la marihuana, debiendo tener aún cuidado de no tocar en exceso los cogollos y eliminar las hojas grandes con sumo cuidado. Nosotros aconsejamos realizar el manicurado justo cuando se han cortado las ramas, ya que los tallos de las hojas aún son flexibles, y la tarea de manicurar la marihuana (que puede llevarnos varias horas si tenemos varias plantas grandes) resulta mucho más cómoda y rápida.

Si somos unos cultivadores impacientes o no tenemos otra alternativa que fumarnos la marihuana cosechada pero que aún no está bien seca, podemos coger algún que otro pequeño cogollo y ponerlo en el microondas con poca potencia durante bastantes segundos para eliminar la mayor cantidad de agua posible del mismo y probar la pegada de nuestra cosecha de marihuana.