La marihuana es una droga ampliamente consumida en el mundo entero. Se calcula que existen más de 300 millones de usuarios en todo el planeta. Es muchos países industrializados se cataloga como droga blanda, siendo comparable al alcohol o al tabaco, aunque se asocia su consumo temprano a una vía de entrada para las drogas más duras, siendo estigmatizada por este hecho. Se puede consumir a modo de cigarro o en pipa, como ingrediente de recetas culinarias de repostería, o en infusión, siendo su principio activo delta9-tetrahidrocannabinol el encargado de proporcionar los tan característicos estados alterados de la conciencia.

Dependiendo del modo en que se consuma la marihuana los efectos pueden comenzar muy pronto ( entre 1 y 10 minutos después de tomarla) y su duración puede variar entre 1 y 4 horas. Los experimentos controlados en grupos de voluntarios han demostrado que el THC o delta9-tetrahidrocannabinol afectan principalmente a dos neurotransmisores, que son la noradrenalina y la dopamina. Hay otros niveles de otras sustancias como la serotonina y el neuromodulador GABA también puede ser alterado. Además del thc, en la mariuhana se pueden encontrar más de 400 sustancias, entre ellas los cannabinoines, que completan el efecto en la percepción que esta droga produce en el cerebro.

A continuación, y de un modo totalmente objetivo vamos a describir los diferentes efectos que tiene la marihuana en el organismo:

Los efectos de la marihuana sobre el sistema nervioso son diversos. El principio activo de la marihuana entabla relación con diversos receptores cannabinoides dentro del cerebro humano. Las diferentes áreas sobre la que tiene efecto van desde el área destinada a la memoria (hipocampo), la concentración (corteza cerebral), movimiento (la sustancia negra del cerebro y el globo pálido) y la percepción (determinadas áreas de la corteza cerebral). Durante el proceso de interferencia del thc en las neuronas de estas áreas se activan los receptores cannabinoides, alterando el funcionamiento normal del cerebro.

En dosis bajas los principales efectos son relajación, reducción de la coordinación, reducción de la presión arterial, somnolencia, alteración de la percepción y la concentración,  alteración del sentido del espacio y el tiempo.
El consumo de la marihuana en altas dosis o con excesiva frecuencia puede comportar como efectos secundarios alucinaciones, delirios, deterioro (parece ser que temporal si se detiene su consumo) de la memoria, desorientación y pensamientos esquizofrénicos.

Tras muchas investigaciones se ha descubierto la razón por la que en el cerebro existen receptores específicos llamados receptores cannabinoides. Y es que el cerebro humano produce una sustancia que se llama anandamida, lo que se podría considerar el THC natural del ser humano. Y no es tran extraño, puesto que el cerebro es el encargado de producir otras sustancias como las endorfinas, que son directamente comparables a la morfina que se aplica para apliar dolores extremos. Este hallazgo se realizó en 1992, aunque acompañado de diversas dudas, como la de cuál es el papel que ejerce la anandamida en el funcionamiento normal del cerebro.

Se ha escrito mucho sobre la adicción a la marihuana, y sobre sus efectos a largo plazo. Uno de los principales problemas de su consumo como cigarrillo es que contiene unos niveles altos de alquitrán y otras sustancias químicas que la hacen equiparable al tabaco, al aumentar el riesgo de padecer futuro problemas pulmonares e incluso cáncer. Y en contra de lo que mucha gente cree, se han documentado casos de muerte por sobredosis de marihuana.

Una de las preguntas más extendidas es la de cuanto tiempo permanece la marihuana en el organismo, y cuales son los métodos normales que se aplican para su detección.

Pues el tiempo que debe transcurrir para la no detección de la marihuana en el organismo varía dependiendo de diversos factores como son el tiempo que una persona ha estado consumiendo marihuana, los metabolitos de cada individuo y además del método utilizado para su detección. Los métodos comunmente usados para la detección de la marihuana en sangre, orina y saliva son los de la cromatografía en capa fina, la cromatografía líquida de alta presión, al cromatografía de gases, ELISA y en radioinmunoensayo. Hay que destacar que el THC permanece en el cuerpo alrededor de 24 horas. Sin embargo son otros productos químicos también psicoactivos, el restod e cannabinoides, pueden permanecer en el organismo hasta 45 o 60 días después de su consumo.

En el libro Uso y Abuso de Drogas, escrito en 1991 por Maisto y otros autores, podemos encontrar la siguiente frase ilustrativa:

“Alrededor de la mitad del THC puede ser excretado durante el transcurso de varios días, y sobre el final de una semana es indetectable. Sin embargo, algunos metabolitos del THC y que todavía pueden ser componentes activos en el sistema, pueden ser detectar en el organismo hasta treinta días tras la última ingesta aunque sea de una dosis única, y en la orina durante varias semanas si estamos hablando de un uso crónico. “