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Generar CO2 con bicarbonato y vinagre

Las plantas de marihuana requieren CO2 para crecer y desarrollarse. El CO2 es un gas incoloro e inodoro que se encuentra en la atmósfera junto con otros gases como el oxígeno y el nitrógeno. En ocasiones, la falta de CO2 puede ser letal para nuestras plantas. Y por lo general, se consiguen acelerar las cosechas favoreciendo el crecimiento mediante la adición de CO2 a los cultivos. En este post os vamos a enseñar un sencillo truco para aumentar los niveles de CO2 en el cultivo de interior.

Las plantas de marihuana admiten mayores cantidades de CO2 que las que existen en el aire que respiramos. Según los cultivadores profesionales, el cannabis tolera y aprovecha niveles de 0,13% o 0,15% en el aire que las rodea. Y el la atmósfera la concentración es bastante menor, de un 0,03% y 0,04%. Dicho en partes por millón, unas 200 a 300 ppm, frente a las 1300 o 1500ppm de lo que en realidad admite la marijuana. Por lo tanto podemos aportar nosotros un extra de CO2 para lograr que las plantas crezcan más rápido. Hasta dos o tres veces más rápido, si todos los demás elementos como nutrientes y luz son administrados correctamente. Los cultivadores experimentados y los profesionales añaden CO2 a sus cultivos, llegando a obtener incluso mejores resultados que en exterior, y hasta seis cosechas al año.

Seremos precavidos con el cuidado del cannabis cuando aportemos CO2 adicional, porque las plantas desarrollarán más hojas y por lo tanto consumirán más agua y nutrientes de lo que lo hacen normalmente. Un aumento de la temperatura por encima de los 25ºC ayudará a las plantas a mantener un metabolismo alto. La temperatura aconsejada se situaría en torno a los 29ºC.

Una forma barata y sencilla de generar CO2 para una sala pequeña es la de usar bicarbonato y vinagre, que se pueden obtener fácilmente de un supermercado. El bicarbonato suele usarse para ayudar a digerir comidas pesadas. Lo que tenemos que hacer es preparar un recipiente donde pongamos el bicarbonato. Un pequeña bandeja puede servir. Después, llenamos una botella con vinagre, la tapamos con su correspondiente tapón, y le hacemos un agujero a este para que la botella gotee al colocarla boca abajo. Y esto es justo lo que debemos hacer, colocar la botella boca abajo encima del recipiente para que el vinagre vaya cayendo sobre el bicarbonato. El vinagre contiene ácido acético disuelto, que reacciona con el bicarbonato y desprende dióxido de carbono (CO2). Como resultado se obtiene una sal, que queda disuelta en agua que también se produce, y el CO2. Os dejo (no os asustéis), la reacción química que se produce con la nomenclatura correcta (usando bicarbonato de sodio):

NaHCO3 + HAc   —>   NaAc + CO2 + H2O

El inconveniente de este método es que no controlamos la cantidad de CO2 que producimos. No sería un método adecuado para realizar un cultivo profesional, pero conociendo que las plantas van a agradecer este aporte extra de CO2, mejor esto que nada. Lo que tenemos que evitar es producir demasiado gas, porque sería igualmente perjudicial para las plantas. Así que una buena técnica es alternar la generación de CO2 con un periodo de ventilación del cuarto. De este modo nos aseguramos que la estancia no alcance niveles perjudiciales de CO2.

 Os dejo un video para que veáis la reacción. ¡Pero recordad que hay que hacerla gotita a gotita! No me hagáis el bestia…