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Hormonas de enraizamiento

En el mercado podemos encontrar gran variedad de productos que incorporan hormonas de enraizamiento que ayudarán a nuestros esquejes y plantas a desarrollar un buen sistema radicular. El sistema radicular es el conjunto de las raíces de la planta, que le proporciona los nutrientes y agua necesarios para su buen desarrollo. Mediante estas hormonas potenciamos el sistema natural de nuestras plantas cuando son pequeñas, acelerando el crecimiento, o de nuestros esquejes cuando están formando las raíces.

Para los esquejes este tipo de productos resulta indispensable al aumentar el índice de supervivencia. En el proceso mediante el cual crean nuevas raíces, las células del tallo deben pasar a fabricar células indiferenciadas, para después continuar con la nueva producción de células de raíces. Gracias a las hormonas de enraizamiento, este proceso se acelera comenzando inmediatamente a ser producidas células indiferenciadas, para pasar a convertirse rápidamente en células radiculares.

Además, en estos productos se suele incorporar algún tipo de fungicida que evite que las plantas adquieran el conocido como mal del vivero, que consiste en el ataque de un hongo que provoca la putrefacción de las raíces. Podemos observar esta enfermedad en los ejemplares que no sobreviven y que muestren en la base del tallo un oscurecimiento y una disminución del grosor del mismo. Entre los hongos causantes de esta enfermedad podemos encontrar Botrytis, Phythium y Fusarium.

Los productos que tenemos a disposición se presentan de tres formas: líquido, polvo, o gel. Los dos últimos se aplican en la zona del tallo que vamos a enterrar, y el líquido normalmente mezclado con el agua de riego. El gel de enraizamiento y el líquido se muestran mucho más efectivos al lograr que las hormonas penetren mejor y más uniformemente en el tallo. El polvo, sin embargo, se adhiere débilmente las paredes del tallo, tiene un índice de penetración menor, y consigue estimular las raíces de manera homogénea.

Como recomendación, dentro de los productos en gel, podemos destacar "Clonex", de la casa Growth Technology.

 

 

Buen sistema radicular de una planta de marihuana bote de clonex con su cajita

 

Podar y doblar las ramas. Darle forma a nuestra planta.

Con el podado o el doblado de las ramas podemos controlar la forma  y altura de nuestras plantas de marihuana. Si estamos cultivando en un lugar comprometido, podremos evitar que los ejemplares alcancen tamaños peligrosos que las expongan a la vista de los curiosos. Además, con estas técnicas podemos ayudar al cannabis a crecer de una forma controlada y como nosotros deseemos, al desviar las hormonas de crecimiento a otras zonas más convenientes en cada momento.

 Al podar o doblar una rama, las hormonas de crecimiento que utiliza la planta para desarrollarse se verán redirigidas a otros puntos de la planta. Estas hormonas vegetales o fitohormonas, técnicamente conocidas como auxinas, son las encargadas de regular los procesos de crecimiento de la planta, sobre todo el relacionado con los tallos.

Por ejemplo, al cortar el brote principal de la planta estamos provocando que las hormonas se acumulen en mayor medida en la punta de las otras ramas de la planta, logrando por un lado controlar la altura total de la misma, y que el ejemplar crezca más a lo ancho por otro.

Hay  que destacar que el podado tiene un efecto mayor que el doblado. Por lo tanto, al doblar una rama de la planta no se desviará de manera tan drástica a las hormonas de crecimiento a otros puntos de nuestra planta.

 

 

Consejos para el momento de la cosecha. Como cortar la planta

Llegó el momento de cosechar. ¿Cómo cortamos la planta? ¿Qué le quitamos? ¿Cómo la preparamos para el secado? ¿Qué es el manicurado?

En el momento de recoger las plantas hay dos métodos para realizar el cortado de los ejemplares. Dependiendo de lo grande de la planta y del espacio que tengamos para realizar el manicurado, podemos cortarla por la base o podemos cortar las ramas en trozos más pequeños. Estos trozos deben ser cómodos de manejar para poder quitar las hojas más grandes. Estamos hablando de cortar las ramas sin desechar las partes del tallo que no están cubiertas de cogollos, para facilitarnos las tareas de colgado en el lugar del secado. En el caso de que cosechemos la planta entera esta debe tener el tamaño suficiente para poder realizar correctamente la labor de manicura.

El manicurado consiste en quitar de la planta las hojas más grandes, y otras no tan grandes pero que no tengan tricomas (bolitas de resina). Lo más cómodo es realizar esta tarea justo después de cosechar, aunque podemos ahorrarnos trabajo si quitamos un par de días antes las hojas de mayor tamaño de la planta. Hay una práctica que consiste en mantener las hojas en la planta hasta que esta haya pasado el proceso de secado. De esta forma protegemos a los tricomas de posibles roturas y aplastamientos, así como de la luz. Recordad que la luz, una vez cortada la planta, va degragando poco a poco el THC de la resina. Este método se recomienda cuando el lugar donde se van a secar las plantas puede hacer que estas se rocen excesivamente entre sí o puedan ser golpeadas.

El único inconveniente de este método es que la tarea de manicurado se vuelve mucho más incómoda y difícil, al haber perdido las ramas su flexibilidad y estar las hojas mucho más duras y rígidas.

Ambas formas de cosechar son correctas. Una tiene la ventaja de ser más cómoda (y cuando hay mucha cantidad a manicurar, esto es importante), y con la otra logramos una mayor protección de la resina. Aunque lo más importante se elija la que se elija, es tratar siempre a las plantas con sumo cuidado, y evitar tocar en la medida de lo posibles los cogollos y las partes de la planta donde veamos brillar la resina.

 

Marihuana cortada y secada, a punto para ser curada tricomas vistos al microscopio

 

Consejos para el momento de la cosecha. 24 horas de oscuridad

Cada maestrillo tiene su librillo. Y nada más cierto para los cultivadores de marihuana.

Hay muchas teorías sobre en que momento del día recoger la cosecha para la marihuana y para muchas otras plantas. En viñedos de poca extensión en ocasiones se prefiere hacer la vendimia de noche, porque es cuando se concentran en la fruta las mayores cantidades de elementos que ayudarán a obtener un vino espléndido.

La teoría o práctica más aceptada en el caso del cannabis es la de recoger la cosecha al amanecer, después de que la planta ha tenido un ciclo completo de oscuridad. Hay expertos que incluso provocan que la planta esté 24 horas a oscuras antes de ‘vendimiarla’. Lo tienen más fácil los cultivos de interior que los de exterior, ya que es el propio cultivador el que regula la  duración del periodo de luz. En los externos podemos lograrlo cuando tengamos ejemplares pequeños o en maceta, y los podamos trasladar a un lugar oscuro, u ocultarlos con cajas grandes de cartón (funciona siempre que el cartón no deje ninguna rendija de luz.  Asegurado).

La mayoría coincide en que los cogollos parecen estar más resinosos cuando pasan por este estadio de oscuridad prolongada. ¡Así que tendremos que probar!

 

 flor de cannabis con resina

El agua

El agua es la vida para la marihuana.

Debemos tener especial cuidado con el agua con la que regamos nuestra plantación. El agua que proviene del grifo, el agua corriente, puede contener gran cantidad de sales disueltas y un ph demasiado bajo o demasiado alto para que las plantas absorban todos los nutrientes que se encuentran en el suelo.

El ph ideal se encuentra generalmente entre niveles de 6 y 7. En este rango la planta es capaz de absorber todos los nutrientes que requiere. Un ph inadecuado provoca que algunos de los elementos que la marihuana necesita no sean asimilados, presentando diversos problemas que harán que no desarrolle todo su potencial. Es muy importante que regulemos el ph del agua de riego con correctores de ph, para asegurarnos que las plantas puedan captar todos los nutrientes imprescindibles para su crecimiento y floración.

Una gran cantidad de sales disueltas en el agua evitarán que el cannabis chupe toda la necesaria, y puede hacer incluso que nuestra planta pierda agua por las raices por el fenómeno fisico-químico de la osmosis: el agua tiende a igualar los niveles de sales entre la tierra y las raices. En este caso, al haber más sales fuera de las raices que dentro, para igualar la cantidad el agua fluye de la planta a la tierra, disminuyendo el total de agua dentro de la planta aumentando la concentración de sales en el interior, y disminuyendo así la concentración en el exterior. Una buena ayuda para la planta es que la tierra donde esté plantada tenga un buen drenaje; y hay que tener especial cuidado cuando cultivemos en contenedores, porque las sales pueden acumularse y convertirse en un problema (estrés sódico), y quitarles a las raíces su habilidad para absorber agua.

El mejor agua que existe es el agua de lluvia. Esta (si no proviene de lluvia ácida, en cuyo caso también tendríamos que regular su acidez), tiene niveles neutros de ph y poquísimas sales disueltas (las que haya podido recoger en el ambiente en su caída desde las nubes al suelo). Una buena práctica consiste en regar abundantemente de cuando en cuando con agua de lluvia o agua destilada. Una proporcion de referencia sería tres litros de agua por cada litro de tierra. Con esto conseguiremos lavar la tierra de sales y equilibrar el ph de la tierra. Otro consejo es el de mezclar el agua del grifo con agua de lluvia si es posible, con el objetivo nuevamente de bajar la concentración de sales.

En el momento de germinar las semillas y en los primeros días de vida de las plantas (se llaman plántulas en este periodo) es imprescindible usar agua destilada o de lluvia. El cloro afecta negativamente a las raíces llegando incluso a quemarlas, o evitando que las semillas germinen y desarrollen su primera raiz. Otra acción que podemos llevar a cabo con la que conseguiremos que el agua del grifo baje su nivel de cloro, es la de llenar un bidón con este agua y dejar que se evapore el mismo durante uno o dos días.

Si tenéis la posibilidad recoged siempre agua de lluvia mediante canalones, etc,o si usáis aire acondicionado usad el agua destilada que producen (¡¡también vale para la plancha!!) siempre que esté bien limpia y clara. En caso contrario se puede comprar agua destilada, destinándola para el momento de germinar y hacer crecer a las plántulas y para regar el cultivo antes de cosechar y lavar así la tierra.

 

agua y nutrientes, absorción dependiendo del ph

 

El olor del cannabis

 

Muchas veces el olor que desprende la marihuana se convierte en un problema cuando llega el momento de la cosecha.

Las plantas están en su máximo esplendor con los cogollos bien formados y la producción de resina al máximo, y hay que mantener una buena ventilación en el lugar de plantación, así como después en los habitáculos de secado y curado.

E olor de la marihuana es consistente y se acumula si no proveemos al cultivo de una corriente de aire que limpie y purifique el ambiente.

El principal causante del olor es la evaporación de los aceites esenciales del cannabis. Esto se produce cuando la temperatura supera los 21ºC. Así que una buena práctica es la de intentar mantener la temperatura del lugar de cultivo por debajo esta cota.

En cultivo de interior se debe poner un filtro de carbón antes de expulsar el aire al exterior por medio de los conductos de extracción.

 

  

flor con resina de cannabis y hojas blancas de tricomas indio fumador de marihuana

 

White Rhino

 Inaugurando nuestro análisis de variedades, vamos a comenzar por hablar de la variedad White Rino, de la casa Green House Seeds Co.

Esta variedad es un híbrido con predominancia índica proveniente de Holanda, que puede ser plantada tanto en interior como en exterior. Es un cruce de variedades Afgana, Brazilian y  South India.

Se trata de una marihuana medicinal, bastante fuerte. Ha sido usada principalmente en la investigación medicinal de la marihuana, siendo destinada originalmente para su consumo por individuos con enfermedades terminales. La posterior evolución y la continuación en la crianza han permitido que esta variedad se conserve para ser consumida en la actualidad. 

La floración en exterior la finaliza entre el 1 y el 15 de Octubre (durante abril en el Hemisferio Sur), y el tiempo total de crianza en interior varía de 65 a 70 días según especifica Green House. su producción puede estar entre 900gr y 1000gr por planta en exterior.

Su contenido final en THC ronda el 13,5% (CBD 0,77% y CBG 0,27%), y aunque encontremos otras variedades de marihuana con mejor índice, su colocón es bastante potente en comparación. Tiene efectos narcóticos y físicos, provocando un notable apalancamiento. Ideal para ‘despedir’ el día con un buen canuto. Su sabor al fumarla es serio, su olor intenso y generoso, incluso con un ligero aroma picante que evoca especias como la pimienta o el curry, y genera un humo blanco y abundante.

Su palmarés comprende un segundo puesto en el Bio HTTC de 1996, y otro segundo en la Champions Cup del 2005.

 

white rhino cargada de cogollos y resina

 

Cuando trasplantar las plántulas de marihuana

Cuando las plantitas germinadas recientemente ya han desarrollado un par de hojas, se encuentran lo suficientemente fuertes y han creado un mínimo sistema de raices como para asegurarles su supervivencia al transplantarlas a una maceta pequeña. Contrariamente a lo que mucha gente cree, es mejor realizar un par de transplantes a las plantas de cannabis para forzar al sistema de raices a que no se haga ‘vago’. Si plantamos a nuestro pequeñito ejemplar en la final maceta en la que va a crecer y a florecer, las raices se extenderán principalmente hacia abajo pero sin llegar a una gran y fuerte ramificación. Sin embargo, si forzamos a la planta a que primero explore todo el espacio que tiene para arraigar en una maceta pequeña, después en una más grande, y finalmente en la maceta donde desarrollará los cogollos, conseguimos que las raices se vean forzadas a buscar los nutrientes y se creen más ramificaciones bajo tierra (y consecuentemente más superficie mediante la que alimentarse), y se aproveche mejor la tierra y los abonos con los que se complemente su desarrollo. plántulas de marihuana Nunca olvidar que tampoco debemos frenar excesivamente el crecimiento. Esto se consigue mediante la observación frecuente de las plantas (una de las causas de que se entanque en crecimiento es la necesidad urgente de un transplante). Y teniendo en mente una sencilla regla que nos marcará los momentos en los que realizar los transplantes: La planta de marihuana tiende a crecer lo mismo bajo tierra que sobre ella, lo que quiere decir que sus raices tienen la misma profundidad que altura tenga el ejemplar. Por eso siempre es aconsejable que las macetas que usaremos en los transplantes sean más hondas que anchas, hasta que la planta cambiada a la maceta más grande como último paso. Así que cuando la planta comience a tener más altura que la maceta, ya sabemos que desde ese momento estamos haciendo trabajar a las raices. Como excepción hay que mencionar que en los cultivos de guerrilla, al aire libre y con las plantas arraigadas en tierra, por supuesto no hace falta seguir este planteamiento. Pero ese es otro tema que trataremos en otro post.