Saludo introductorio

Hola amigos y amigas de la buena lectura. Conocedores del cáñamo e investigadores de la realidad social, mental y filosófica del hombre moderno.

Vuelvo mi atención a Uds. como recolectores de información y de opinión en este mundo tan liado, donde la abundancia de malos datos no garantiza la satisfacción de las preguntas. Peor aun, muchas veces, quedan más dudas que antes.

Hace tiempo que no paso por este magnífico escenario en el que estuve, hace poco más de un año, acompañando a mi amigo Sergio y a otros redactores, yo con el seudónimo de kcast28, en el mundo de Cultiva.me donde compartimos y aprendemos de la vida y del placer de vivir.

Por otra parte me place comunicarles que me ha llegado voluminosa correspondencia generada a partir de diversas publicaciones en las que he abordado la cuestión del cáñamo,y me satisface también saber de los muchos comentarios de ustedes (en esta página) en torno a este CULTIVO DE LA MENTE aprovechando el poder chamánico del cannabis.

Me compete así mismo, comprometido en mi lucha por la legalización de los derechos de la persona y el respeto por los recursos implícitos en la naturaleza, hacerles saber una buena noticia que quizá algunos no hayan escuchado todavía:

Aquí en Uruguay, país que se ha caracterizado por ir a la punta de la evolución social en el continente americano (en tema de derchos), se ha legalizado el autocultivo cannabinoico de hasta 8 plantas por vivienda.

Antecedentes

Es algo que se veía venir ya que han venido asomando, en el país, varios intentos de legalización e intentos de moderar la persecución de las llamadas drogas blandas, dentro de un marco represivo emanado desde hace unos cuatro siglos, por mano de una comisario norteamericano, creyente de brujas, con toda seguridad.

Ya desde el gobierno de Jorge Batlle se venía hablando del tema y, justo en el comienzo del gobierno de Tabaré Vázquez, primer presidente de la coalición de izquierda, yo mismo elevé una propuesta de legalización donde explicaba las ventajas de este tipo de medidas.

La represión ha sido siempre una gran generadora de problemas sociales. La misma lleva un camino inverso a la educación y esta actitud de ocultar en lugar de enseñar, es el “modus operandi”, la manera como el poder reacciona ante lo que no conoce, lo que le hace tambalear del trono, ante el miedo que le provoca lo nuevo.

La primera propuesta formal que tuvo verdadera repercusión fue presentada por el hijo del ex presidente Luis Alberto Lacalle, el senador Lacalle Pou. No alcanzó los votos necesarios, tal vez por ser de la oposición, sin embargo, casi de inmediato, los jóvenes del Frente Amplio unidos a otros sectores, presentaron otra propuesta más moderada que sí recibió los apoyos necesarios.

De hecho, esta nueva ley permite el autocultivo de un máximo de 8 plantas de cannabis por morada. Los cogollos no se podrán prensar ni potenciar para su comercialización, que de momento está prohibida y penada por los artículos 31 y 60 de la Ley Nº 17.016.

La Suiza de América, como se le solía llamar a este paisito, apretado entre Argentina y Brasil, en el Cono Sur Americano, ha vuleto a ser digna de este apodo dando otro salto, similar al de derecho de voto a la mujer, la opción del divorcio, la laicidad en la educación pública, etc. Ahora, reconociendo el derecho inalienable del ser humano a consumir su remedio, su alimento, su agua para calmar su sed.

Qué se puede y qué no se puede

Al parecer, la ley está a prueba por un período cercano a los 14 meses. Esto quizá signifique que se evaluará la repercusión de tal medida en la población y, tras comprobar que no ha incidido en mal mayor alguno, pasará a regir indefinidamente.

Como he explicado anteriormente, se podrán cultivar plantas de marihuana aunque no comercializar su producto. En este sentido se comprende que será un cultivo casero para consumo propio.

También la ley prevé que se podrá portar una cantidad no mayor a 25 gramos de “hierba” aunque solo se permitirán los cogollos secados en forma natural, para garantizar probablemente su cosecha artesanal en un contexto no industrializado.

Afortunadamente y, para reforzar la idea de que se trata de una república evolucionada en el campo social, ya el consumo no era penado por la ley desde antes. No es que se avale a prender un “pitillo” pero, al contrario que en Argentina y Brasil, en Uruguay no se puede privar de la libertad a una persona por fumarse un “porrito”.

Parece que se le va reconociendo, al pueblo, la mayoría de edad. Ya era hora.

Pedido especial

Aprovechando la circunstancia y como estoy llevando a cabo varios proyectos relacionados les ruego a los sabios cultivadores que lean este artículo puedan comunicarse conmigo (danielkcats@gmail.com) o por medio de la página www.integracionismo.com para poder importar semillas femenizadas de buena calidad, artículos necesarios para su cuidado, fertilizantes, etc.

La idea es que estamos formando una escuela a propósito de todo este mundo respetable y místico. En ella así mismo se enseñará, como lo hace esta página, el cultivo de las diversas variedades y se les proporcionará material e información.

También quisiera estar atento a todas las eventualidades y coyunturas legales que puedan surgir, las que rigen en otros países donde puedan leer este artículo recordándoles que no hay un consenso universal, hay naciones donde el proceso medieval persevera y se impone la irracionalidad como respuesta única.

La recuperación de lo que verdaderamente somos pasa también por esta encuentro entre la pachamama y su laborioso protagonista humano. Vamos por el camino reconciliatorio aunque aun queden mucho desposeídos de cultura y prisioneros de prejuicios conceptuales, lo importante es que vamos por buen camino.

Conciencia, educación, transparencia y salud.
NO A LA REPRESIÓN.