Las plantas de marihuana requieren determinadas horas de luz, y cuando cultivamos en el exterior hay que tenerlo en cuenta. La marihuana requieren un mínimo de ocho horas de luz al día y lo recomendable es plantar a finales de abril / principios de mayo (después de la última helada del año dependiendo del tiempo en cada zona). El crecimiento de una cosecha de marihuana al aire libre es el método más práctico llevado a cabo por cultivadores de todo el mundo, puesto que la marihuana parece crecer mejor sin necesidad de recibir tanta atención cuando en su hábitat natural. Además, la producción puede ser considerablemente mayor que en el cultivo de interior, aunque los riesgos que se corren también son mayores.

Durante el crecimiento de la marihuana en el cultivo de exterior tendremos que tomar precauciones dependiendo de la legislación sobre drogas del país en el que estemos. También tenemos que tener cuidado con los ladrones de marihuana.

El acceso a la zona de cultivo debe ser cómodo para poder preparar el suelo y la futura cosecha. Hay dos tendencias de pensamiento acerca de cómo iniciar la cosecha y de si trasplantar o no las plantas de marihuana. Uno dice que se debe germinar las semillas hasta que sean plántulas de unos diez días en un semillero o macetas pequeñas, y después realizar el trasplante. La otra teoría dice que las plantas se deben germinar en la ubicación final, porque no se procude excesivo estrés en las plantas durante el trasplante, lo que puede matar algunas de las plántulas durante el proceso de acomodamiento. Con la primera, si además realizamos el trasplante más de una vez en un contenedor cada vez más grande, obtendremos por el contrario plantas con un buen sistema de enraizado que las hará más fuertes y con mayor capacidad de asimilar todos los nutrientes del medio de cultivo.

El suelo debe haber sido previamente preparado para nuestro cultivo de exterior de marihuana habiendo aireado la tierra, y habiendo añadido abono de crecimiento de descomposición lenta si tenemos la oportunidad. Después se debe rega el suelo varias veces y se dejar reposarvarios días antes de plantar la marihuana .

Las plantas se deben plantar por lo menos a un metro de distancia una de otra como mínimo. En ocasiones podemos estar tentados de plantarlas más cerca entre ellas para poder hacer crecer alguna planta más, pero esto no hará más que retrasar el crecimiento de todas y que obtengamos plantas menos frondosas y más pequeñas. Las plantas de marihuana necesitan suficiente agua durante su estación de crecimiento para desarrollarse correctamente, pero tampoco demasiada. En periodos tempranos de crecimiento podemos encharcar la tierra y hacer que las raíces se pudran o tengan dificultad para desarrollarse, así que debemos tener cuidado.

Si queremos llevar a cabo un cultivo de guerrilla, hay que tener en cuenta que determinadas plantas no interfieren en el crecimiento de la marihuana, y pueden servir para ocultarlas si aprovechamos una campo cultivado que tengamos controlado. El cannabis crece bien entre el  maíz o el lúpulo, plantas altas que ayudará a proporcionar algo de camuflaje. No crece bien con el centeno, o las espinacas, así que cuidado. Como truco en el cultivo de guerrilla decir que es buena idea plantar en muchas zonas dentro del otro cultivo pero pequeñas, por el límite en la capacidad de reconocer patrones que las personas tienen.