Para el cultivo ecológico de marihuana tenemos a nuestra disposición varios fertilizantes de origen orgánico con el que alimentar nuestras plantas. Productos como la harina de huesos, la emulsión de pescado o el humus de lombriz son ideales para el cultivo de las plantas de marihuana. Debemos advertir como un posible inconveniente, que el olor de estos abonos puede ser demasiado fuerte para narices sensibles sobre todo en el cultivo de interior, aunque con un buen sistema de aireación y de filtros para el control de olores mitigaremos estos olores fuertes para que podamos usarlos en nuestro cultivo de canabis.

A continuación os hablaremos de diversos abonos orgánicos que podemos utilizar para alimentar a nuestra marihuana, indicando la relación NPK (Nitrógeno, Fósforo y Potasio) de cada uno. Indicar que podemos aprovecharnos de la mezcla de varios de estos productos puestos por capas, dejando para la parte inferior del sustrato aquellos ricos en Fósforo y Potasio ideales para la fase de floración:

Harina de sangre: NPK 13 – 0 – 0
La harina de sangre tiene una de las mayores concentraciones de nitrógeno dentro de la gama de abonos orgánico que podemos usar, siendo una opción muy utilizada en el período de crecimiento vegetativo. En su forma seca muestra una acción lenta, y podemos mezclarlo con el suelo a una razón de 1 cucharada por cada 3 litros de mezcla de sustrato. También es utilizado disuelto en agua porque actúamás  rápidamente, y el peligro de sobrefertilización se atenúa. Sería como un fertilizante químico pero sin tantos riesgos de quemar las hojas de la marihuana.
Para hacer la mezcla de harina de sangre con agua, pondremos una cucharada de harina de sangre por cada 4 litros de agua y lo dejaremos macerar de 3 a 7 días, agitando la mezcla a diario. Es ideal usar un recipiente opaco para evitar la ploriferación de algas y hongos que podrían introducir alguna enfermedad a nuestro cultivo. Cuanto más tiempo dejemos la mezcla reposar (hasta el límite de los 7 días), más concentración de Nitrógeno obtendremos. Antes de regar el canabis con la mezcla, debemos agitarla bien y colar los sólidos para evitar que se pudran al quedar en el sustrato.

Este método de maceración también la podemos usar para hacer quelpo o para la mezcla de guano, aunque queda desaconsejado para la harina de huesos, porque el Fósforo que conteiene no es soluble en agua.

Harina de huesos: NPK 1 – 11-0
La harina de hueso tiene altas concentraciones de fósforo, y es el mejor abono orgánico para el período de floración. Sin embargo, como es un fertilizante de liberación lenta, lo ideal es añadirlo a la tierra cuando la preparemos antes de poner nuestras plantas de marihuana en fase de crecimiento.

Emulsión de pescado: NPK 5 – 1 – 1
La emulsión de pescado es un abono líquido hecho a base de pescado en descomposición, junto con algunos otros ingredientes. Es un abono muy suave y es usado por muchos cultivadores experimentados como el primer fertilzante con el que tratan a sus plantas jóvenes. Su relación NPK  es ideal para la fase de crecimiento vegetativo. Para su aplicación usamos la medida de 1 a 3 cucharadas por cada 4 litros de agua.

Humus de lombriz: NPK 0,5 – 0,5 a 0,3
Este fertilizante es el más polivalente y tiene un uso múltiple. A pesar que los niveles de nutrientes son bajos comparados con el resto de fertilizantes orgánicos, el humus de lombriz, por su composición, tiene efectos sorprendentes en el vigor y salud de la planta, por lo que es ampliamente usado por todos los cultivadores.

Como tiene un efecto muy suave en las plantas de marihuana y posee un amplio rango de micronutrientes,es ideal para ser usado con las plántulas cuando tengan pocas semanas de desarrollo.

El humus de lombriz se puede utilizar mezclándolo directamente con la tierra sin superar más del 20% del total, o se puede preparar disuelto en agua con una parte de humus por cada 5 de agua, y se puede aplicar tanto como abono en el riego como fertilizante foliar.

Harina de alga kelp: NPK 1 – 0,5 a 2,5
La harina de alga kelp nos aporta sus más de 60 oligoelementos, además de diversas hormonas estimuladoras del crecimiento y enzimas que ayuda a la planta de marihuana en su desarrollo. Es ideal para asegurarnos que la palnta dispone de todos los micronutrientes necesarios para su correcto desarrollo y para evitar que padezca falta de algún tipo de elemento como puede ser el hierro, el magnesio o el zinc.

Para su utilización podemos mezclar la harina de alga Kelp con la tierra, al igual que hacemos con el humus de lombriz a razón de 1 a 2 cucharadas por cada cuatro litros de tierra, o podemos disolverla en agua de riego con esa misma de medida de 1 a 3 cucharadas por cada cuatro litros.