Santa Marihuana
Las enseñanzas de Doña María: Un salto inmenso en los procesos de la comunicación ha acelerado, a su vez, otros procesos sociales como la educación objetiva en la pluralidad de fuentes en el polémico tema de los psicoactivos y más específicamente en los de origen natural como la marihuana.
Bien se conoce el uso de agentes de acción psíquica contenido en plantas y usado en el seno de diferentes culturas animistas antiguas e incluso contemporáneas. Dentro de este marco cultural o religioso se ha originado un movimiento de legalización para el uso ritual y espiritual de algunas de estas plantas sacramentales.
Entre estas últimas están el peyote y otras cactáceas elaboradoras del mescal como el “San Pedrito de Atacama” y los hongos psilocibínicos, como “la carne de dios” de las culturas de la Mesoamérica precolombina. Otras plantas muy potentes han salido de las entrañas de la selva amazónica donde se destaca la ayahuasca al parecer contiene o potencia la dimetiltriptamina DMT que ya existe en forma natural en el cerebro humano.
Pero se reconoce que falta mucha investigación en áreas tan complejas como la conciencia humana, mayor conocimiento sobre los procesos endógenos (de producción de una sustancia en forma natural interna) del cómo y dónde forma la sustancia y en qué cantidades. Menos se sabe para qué pero se tiende a pensar que se trata de atajos evolutivos que le son muy provechosos al total.
El vasto campo de la educación pública no se ha interiorizado en la iniciación y enseñanza de las sustancias con poder psicoactivo pese a tener muy claro que son los institutos de educación media y la universidad los lugares típicos donde los jóvenes hacen sus primeras incursiones en la experiencia extática de las plantas.
Por otra parte cabe recordar que la propia ciencia, entretenida con otras sustancias más potentes, adictivas y dañinas, debido a una cuestión de legislación y mercado prefieren seguir explotando la comercialización de ansiolíticos, barbitúricos y estimulantes como las anfetaminas que se venden en la actualidad en cualquier farmacia.
Las redadas policiales contra la venta ilícita de drogas afecta, aunque digan ignorarlo, siempre más al tranquilo mundo de la marihuana ya que por ser más olorosa, voluminosa y de menor valor de reventa; la dejan de “traer” de manera que aumenta el consumo de drogas sintéticas mucho más peligrosas como la cocaína “arreglada” o “cortada” y el flagelo de “la pasta base”, de venta más rápida y de menor volumen.
La navaja prohibicionista
Como el aprovisionamiento de un poco de marihuana implica, en muchos casos, pactar con el mundo de la delincuencia, la presión policial convierte a estos distribuidores en vendedores de “pasta” ya que se consume más, es más caro y se le gana más, ocupando poco espacio, respecto a los voluminosos “ladrillos” de cogollos de cáñamo por más prensados que estén.
Así, indirectamente, se encuentra un recargado mercado negro y blanco (legal e ilegal) donde abundan las benzodiacepinas, estimulantes sintéticos o sintetizados, clorhidrato de cocaína, alcoholes y tabacos en abundancia y, por caprichosas oleadas, asoma el hachís, en el hemisferio norte y las plantas de cáñamo, hacia el sur de América y viene siendo perseguido por un irracional temor a los otros estados de conciencia, terror enfermizo heredado de las demonologías de antaño que plasma su absurda bandera en el prohibicionismo inmoral donde se está afectando un derecho básico del hombre.
La tijera gigante y “grosera” con que el sistema legal juzga y carga contra la libertad de las personas no muestra, en este caso, ninguno de los criterios civilizados por los que la civilización se jacta de serlo.
En general, la lista que integran todas las sustancias no permitidas y que no se pueden encontrar en el “mercado legal” es un conjunto muy heterogéneo donde se encuentran psicoactivos de efectos totalmente diferentes e incluso inversos.
No existe suficiente evidencia clínica para considerar a la sustancia THC, contenida en las flores y la resina de la planta cannabis sativa, como dañina, adictiva, peligrosa ni mucho menos.
Sí se ha comprobado que es un potente afrodisíaco y afecta en la construcción mental del tiempo y el espacio cuando hay suficiente THC en sangre. En este sentido es una planta de poder, a los efectos que puede ser usada como vehículo hacia otros estados de conciencia.
Despierta todos los apetitos y da una degustación más amplia por parte de los sentidos en general.
No se debe dejar de decir que afecta a la memoria temporal, la inmediata, por lo que se debe dejar registro de lo que se piensa y se hace durante el trance o la experiencia propiamente dicha.
No se recomienda su utilización si se están cumpliendo tareas que requieran el uso completo de la memoria ya que si bien se potencian otras facultades, la pérdida de memoria inmediata es notable.
Sin embargo es muy eficaz para el apetito, para el glaucoma de ojo y los problemas de presión intraocular. Su auxilio puede ser aprovechable en las relaciones sociales y es muy buena cuando se hacen trabajos introspectivos, se llama a la musa de la lira o el verso o sirve de vehículo al artista, en el naufragio existencial de la sinestesia y el éxtasis representativo.
El aprendiz de brujo
La relación con un ser que parece de “afuera” pero que al ir conociéndolo se lo reconoce como algo de “adentro” es precisamente una interiorización del mundo desde una perspectiva integracionista donde la propia interpretación de las relaciones entre las personas y los seres nace la fusión de formas de conciencia de diferente fuente, ensambladas en el bien común.
Es correcto evaluar el cannabis desde un estado de conciencia ordinario pero no lo es hacerlo sólo desde esta perspectiva ya que no hay una estado psíquico prototipo que sirva de modelo universal, sino que al contrario, el mejor representante deberá ser siempre un ejemplar capaz de mutar rápidamente a otras formas alternativas de solución sin dejar de echar mano de los atajos racionales.
Saber “viajar” requiere cierta experiencia aunque sobre todo inteligencia al interpretar lo que sucede y como varía según lo que se piense o sienta en un momento.
Aprender a canalizar la energía o saber potenciar positivamente el efecto de la marihuana redunda en la investigación de nuestros propios estímulos, miedos, traumas y experiencias o conclusiones pasadas.
Si nos embarga de repente la tristeza haciéndose tan intensa que rompemos a llorar hay que saber que mediante un estímulo inverso, como la alegría o la risa, también cobrará poder por lo que se moderarán ambos sentimientos.
Sirve la analogía de decir que al igual que un volante muy sensible, en un auto muy veloz, puede ser muy ventajoso para quien lo sepa manejar pero para el que está acostumbrado al volante mecánico, duro, rudimentario, la dirección milimétrica, celosa, precisa puede ser causa de un accidente personal.
La investigación del consumo merece una responsabilidad absoluta, ya que los errores por abusos o equivocaciones en la dosis de sustancia potentes puede dejar al “experimentador” fuera de combate. El cáñamo es una planta respetable. Aunque no se conocen dosis mortales, un porcentaje alto de cannabinoide en sangre puede provocar el coma, siempre habrá alguna forma de autoeducarse en una sociedad que aun no sabe casi nada de lo que es la marihuana ni la mente del hombre menos aun de su sutil encuentro.
La imagen se la debemos a por Mr. Roch
08/23/2010
[…] el caso específico del cáñamo, la adicción es psicológica y viene acompañada de otros complejos psicológicos anteriores y […]
08/31/2010
[…] drogas como una especie de ungüentos de Satanás. Se decía “marihuanero”, además, a los hippies usuarios del cáñamo, con cierto desdén y con el prejuicio de que se trataba de algo peligroso […]
06/14/2015
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