Free marketing tools

Cultiva.me | Cultiva tu marihuana!!    
 

Hormonas de enraizamiento

En el mercado podemos encontrar gran variedad de productos que incorporan hormonas de enraizamiento que ayudarán a nuestros esquejes y plantas a desarrollar un buen sistema radicular. El sistema radicular es el conjunto de las raíces de la planta, que le proporciona los nutrientes y agua necesarios para su buen desarrollo. Mediante estas hormonas potenciamos el sistema natural de nuestras plantas cuando son pequeñas, acelerando el crecimiento, o de nuestros esquejes cuando están formando las raíces.

Para los esquejes este tipo de productos resulta indispensable al aumentar el índice de supervivencia. En el proceso mediante el cual crean nuevas raíces, las células del tallo deben pasar a fabricar células indiferenciadas, para después continuar con la nueva producción de células de raíces. Gracias a las hormonas de enraizamiento, este proceso se acelera comenzando inmediatamente a ser producidas células indiferenciadas, para pasar a convertirse rápidamente en células radiculares.

Además, en estos productos se suele incorporar algún tipo de fungicida que evite que las plantas adquieran el conocido como mal del vivero, que consiste en el ataque de un hongo que provoca la putrefacción de las raíces. Podemos observar esta enfermedad en los ejemplares que no sobreviven y que muestren en la base del tallo un oscurecimiento y una disminución del grosor del mismo. Entre los hongos causantes de esta enfermedad podemos encontrar Botrytis, Phythium y Fusarium.

Los productos que tenemos a disposición se presentan de tres formas: líquido, polvo, o gel. Los dos últimos se aplican en la zona del tallo que vamos a enterrar, y el líquido normalmente mezclado con el agua de riego. El gel de enraizamiento y el líquido se muestran mucho más efectivos al lograr que las hormonas penetren mejor y más uniformemente en el tallo. El polvo, sin embargo, se adhiere débilmente las paredes del tallo, tiene un índice de penetración menor, y consigue estimular las raíces de manera homogénea.

Como recomendación, dentro de los productos en gel, podemos destacar "Clonex", de la casa Growth Technology.

 

 

Buen sistema radicular de una planta de marihuana bote de clonex con su cajita

 

Cuando trasplantar las plántulas de marihuana

Cuando las plantitas germinadas recientemente ya han desarrollado un par de hojas, se encuentran lo suficientemente fuertes y han creado un mínimo sistema de raices como para asegurarles su supervivencia al transplantarlas a una maceta pequeña. Contrariamente a lo que mucha gente cree, es mejor realizar un par de transplantes a las plantas de cannabis para forzar al sistema de raices a que no se haga ‘vago’. Si plantamos a nuestro pequeñito ejemplar en la final maceta en la que va a crecer y a florecer, las raices se extenderán principalmente hacia abajo pero sin llegar a una gran y fuerte ramificación. Sin embargo, si forzamos a la planta a que primero explore todo el espacio que tiene para arraigar en una maceta pequeña, después en una más grande, y finalmente en la maceta donde desarrollará los cogollos, conseguimos que las raices se vean forzadas a buscar los nutrientes y se creen más ramificaciones bajo tierra (y consecuentemente más superficie mediante la que alimentarse), y se aproveche mejor la tierra y los abonos con los que se complemente su desarrollo. plántulas de marihuana Nunca olvidar que tampoco debemos frenar excesivamente el crecimiento. Esto se consigue mediante la observación frecuente de las plantas (una de las causas de que se entanque en crecimiento es la necesidad urgente de un transplante). Y teniendo en mente una sencilla regla que nos marcará los momentos en los que realizar los transplantes: La planta de marihuana tiende a crecer lo mismo bajo tierra que sobre ella, lo que quiere decir que sus raices tienen la misma profundidad que altura tenga el ejemplar. Por eso siempre es aconsejable que las macetas que usaremos en los transplantes sean más hondas que anchas, hasta que la planta cambiada a la maceta más grande como último paso. Así que cuando la planta comience a tener más altura que la maceta, ya sabemos que desde ese momento estamos haciendo trabajar a las raices. Como excepción hay que mencionar que en los cultivos de guerrilla, al aire libre y con las plantas arraigadas en tierra, por supuesto no hace falta seguir este planteamiento. Pero ese es otro tema que trataremos en otro post.