La cosecha de Mariguana
La hora de detener el crecimiento de la Marihuana llega en la cosecha. A partir de entonces el contenido en THC que haya producido la mariguana se mantendrá o disminuirá, por lo que un mayor cuidado en el manejo es vital para no perder la potencia del THC. Los consejos para lograr esto son evitar exposiciones prolongadas a la luz, temperaturas por encima de los 27ºC, tocar innecesariamente con las manos las hojas y cogollos (no hagáis el bestia con los cogollos apretándolos o dándoles golpecitos), y que la planta se encuentre en ambientes húmedos prolongados (la lluvia es muy peligrosa en este momento).
El THC está presente sobretodo en las hojas y en las flores. Casi todo se encuentra en los tricomas, los reconocerás por su forma de bolitas brillantes semitransparentes que son las que hacen brillar la planta. Aunque los tallos y raíces tengan un olor intenso y parezca que pueden fumarse, contienen muy pocos cannabinoides que alteren el estado mental, y la resina no es muy psicoactiva.
Las plantas hembra deben recolectarse cuando estén maduras. Recordad que esto lo sabremos observando el color de los tricomas. Cuando estos se empiecen a poner blancos e incluso de color ámbar pálido quiere decir que ya podemos cosechar la maría.