El pasado día 19 de enero se celebró, una vez más, la fiesta de San Canuto. Al contrario de lo que muchos piensan, San Canuto no se trata de un invento irreverente de unos cuantos jóvenes, es más, figura en el santoral.

Este santo existió aunque, como podéis imaginar, su vida, obra y milagros no se relacionan —que nosotros sepamos— con el consumo y defensa del cannabis. Al parecer, San Canuto o Canuto IV fue el rey de Dinamarca durante el siglo XI. Durante su reinado otorgó toda clase de privilegios a la Iglesia, enriqueciéndola profundamente bajo el objetivo de expander la hegemonía cristiana lo máximo posible.

En España este personaje era bastante desconocido hasta hace unos años. Empezó, en parte, como una broma, cuando un grupo descubrió la existencia del santo y decidió celebrar una fiesta en su honor. Aquello creció, y en pocos años, se trata de una celebración bastante conocida y que se celebra en diferentes lugares de la geografía española. Cada vez más, es una fiesta en la que se reivindica la legalización del cannabis.

Una de las fiestas de San Canuto más conocidas es la que se celebra todos los años en la Universidad Autónoma de Madrid. Aunque desde el rectorado han puesto todo tipo de trabas al festejo (por ejemplo, han adelantado los exámenes o piden el carnet de estudiante en la puerta de las facultades), se sigue celebrando puntualmente cada año en el campus de Cantoblanco. A él acuden jóvenes de todo Madrid.

Por otro lado, este año en Vigo se organizó una fumata autorizada en la que participaron más de 150 personas en la Praza da Constitución, donde se reclamaba el uso terapéutico y lúdico del cannabis.

Cada año más asociaciones aprovechan esta fiesta para hacer escuchar sus peticiones, y hacer que la sociedad se una a ellos, porque también les concierne.