En Israel ha sido creada una droga basada en un componente de cannabis sativa. La medicina se utiliza para reducir la presión sanguínea, según el anuncio. Se trata de un invento que fue creado por Yehoshua Maor, un estudiante que cursa el doctorado en Farmacología, en la Universidad Hebrea de Jerusalen, y que por tal motivo recibió el Premio Kaye para la innovación. Esta distinción fue establecida en 1994 por el empresario industrial, Isaac Kaye, para promover las investigaciones en una de las universidades más prestigiosas de Israel.

Lo cierto es que Yehoshua  Maor investigo la actividad cardiovascular de los llamados cannabinoides, que se trata de componentes químicos derivados de la cannabis, con el objetivo de crear un substituto para los pacientes que no presentan respuestas positivas frente a las drogas convencionales para controlar los efectos de la hipertensión.

El principal obstáculo que Maor consiguió superar fue el aislamieto de los componentes químicos de la cannabis con un efecto benéfico de las propiedades psicotrópicas no deseadas. El investigador creó una versión sintética de un componente menor de la cannabis, llamado cannabigerol, sin ninguna clase de efectos psicotrópicos. La nueva droga redujo la presión sanguínea, relajando los vasos sanguíneos y produciendo una respuesta anti inflamatoria, cualidades que la tornaron particularmente benéfica para diabéticos.

“Desde 1978 se intenta separar el efecto psicotrópico de la actividad cardiovascular, pero no se conseguia porque estaban trabajando encima de la molécula del THC”, explicó el médico Maor.  Su historia dice que es descendiente de judíos portugueses y que comenzó con las investigaciones después de pasar por estudios para rabino, carrera que no continuó: “Yo estaba procurando algunas respuestas filosóficas”, dijo.