Según la prensa canadiense, la policía, los bomberos y paramédicos de todo el país necesitan más formación para estar mejor preparados para enfrentar los graves peligros que los amenazan, en ocasiones en las que deben irrumpir en cultivos de plantas de marihuana y hasta en los laboratorios de drogas ilegales. Este es el mensaje de tres docenas de trabajadores de los mayores centros urbanos consultados en el marco de un estudio reciente realizado por el Departamento de Justicia federal de Canadá.

Además de las toxinas y productos químicos letales, el moho y el cableado eléctrico de peligro, a veces este personal se encuentra ante trampas instaladas con el fin de herir o incluso matarlos, según el informe federal. El documento, que recoge el testimonio de 36 trabajadores de los servicios de emergencia en todo el país, fue escrito como parte de un programa que se inició en 2002 para frenar el creciente cultivo de marihuana de interior. Una copia del informe fue obtenido por The Canadian Press en virtud de las disposiciones de la Ley de Acceso a la Información.

Allí se saber que la mayoría de los trabajadores actualmente no se sienten preparados para hacer frente a incendios, explosiones y otros incidentes cuando se producen en las plantas de cultivo de marihuana y en los laboratorios de drogas. A veces, estos asentamientos ilegales están equipados con dispositivos que liberan productos químicos tóxicos y los gases cuando alguien los rompe.

Debido a esta realidad distintos técnicos y especialistas preparan nuevos formas de prevención y cuidados, en virtud de un escenario que parece multiplicarse por todo el país