En 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de los Estados Unidos, representado por su Departamento de Agricultura, confeccionó una campaña publicitaria a favor del cáñamo llama Hemp for Vitory (Cannabis para la victoria). La campaña estuvo presidida por un documental que dirigió Raymond Evans. El objetivo de ésta, era potenciar que los agricultores cultivasen cannabis. Aunque unos años antes ese mismo gobierno lo prohibía, repartió entre los trabajadores semillas de marihuana, en un afán de agilizar la expansión de esta clase de cultivos.

De hecho, se hizo que todos los agricultores viesen el vídeo y cumplimentasen un formulario atestiguando que habían visto la película y leído un folleto al respecto.

Es increíble constatar cómo un gobierno puede cambiar radicalmente su discurso. En esta propaganda no se cortan un pelo a la hora de proclamar las virtudes y beneficios históricos de la marihuana para la humanidad. Quizá no sea tan difícil de creer en tanto que se había calculado que esto podía tener inmensos beneficios para la industria textil. Y ya nos decían nuestras abuelas que el caballero que domina el mundo es Don Dinero.

Las cifras son claras: se repartieron 400.000 libras de cannabis a los granjeros con la previsión de 350.000 acres de cannabis en el plazo de un año. De hecho, el Departamento de Agricultura “propuso� el cupo de un acre por cada uno, aunque dijo que preferentemente deberían cultivar dos. Aquellos granjeros que accediesen a participar serían eximidos, junto con todos sus familiares, de realizar el servicio militar (bonita coacción en tiempos de guerra); por otro lado, también se les rebajó e incluso regaló equipamiento para sus granjas.

Hemos encontrado el vídeo subtitulado en Youtube. Podréis verlo aquí, si estáis interesados en constatar el contenido del documental con vuestros propios ojos: