La planta de cannabis denominada Rudelaris es un caso muy particular dentro del mundo de la marihuana orgánica, ya que se trata de una variedad de ganja silvestre que crece de la misma forma que la mala hierba y esto implica que sea altamente resistente a las condiciones climáticas adversas que existen en países como Rusia, de donde es originaria aunque actualmente también podemos encontrar esta variedad en algunos países de Europa y Asia Central.

Al igual que la mala hierba, ésta variedad no alcanza una altura superior a los 60 centímetros, así como tampoco genera grandes ramificaciones ni hojas largas. En cuanto a sus flores y semillas, el nivel de producción de la variedad Rudelaris es bastante escaso aunque su período de floración natural es uno de los más rápidos. Al tratarse de una planta silvestre, para sobrevivir a condiciones climáticas hostiles la Rudelaris adoptó la capacidad de florecer tempranamente para poder ser polinizada y asegurar así su reproducción en cortos períodos de tiempo a fin de evitar la extinción.

Si bien hasta aquí podemos apreciar que se trata de un ejemplar bastante curioso, el dato mas relevante de la marihuana Rudelaris consiste en que sus moléculas no cuentan con THC en lo más mínimo. Por lo tanto, ésta planta es utilizada mayormente con fines genéticos para cruzarla con variedades narcóticas puras y así transmitir sus capacidades de rápida floración y resistencia a ejemplares que cuenten con altas dosis de THC, generando de esta manera nuevos híbridos que cuenten con características excepcionales para resistir el cultivo outdoor en zonas de clima adverso.