El cannabis es una sustancia psicoactiva, relajante, sedante y que tiene efectos medicinales según los últimos estudios. Está considerada como enteógeno, es decir, que es una sustancia química que cuando se ingiere, provoca un estado modificado de la conciencia. Llevados a cabo en todo el mundo, estudios recientes han demostrado que la marihuana puede frenar el avance del mal de Alzheimer, que es una enfermedad progresiva y sin cura en la actualidad y que afecta principalmente a los ancianos.

Científicos del Instituto Scripps de Investigaciones de California señalan que algunos ingredientes de cannabis pueden llegar a prevenir el avance de la enfermedad preservando los niveles de un neurotransmisor que permite el funcionamiento cerebral.

El hallazgo podría mejorar el tratamiento para el mal, que afecta a la memoria de los pacientes presentando demencia en muchos de los casos antes de morir.

Uno de los principales ingredientes de la marihuana que aporta a frenar el avance de la enfermedad es el delta–9 tetrahidrocanabinol que impide la disolución del neurotransmisor acetilcolina y con mejor efecto que en otros medicamentos. Al inhibir la enzima acetilcolinesterasa que descompone la acetilcolina preserva los niveles cerebrales de la misma reduciendo el avance de la enfermedad.

La molécula THC de la marihuana inhibe un sitio distinto en la molécula de la acetilcolinesterasa y lo hace en menores concentraciones.

Los investigadores dicen además que el THC puede impactar directamente en la patología de la enfermedad de Alzheimer y también puede llegar a ser un modelo para el desarrollo de medicamentos nuevos y más efectivos en el tratamiento de la enfermedad.

La investigación ofrece un importante paso en la mejora del tratamiento de la enfermedad y puede abrir el camino a la creación de nuevos fármacos contra el Alzheimer derivados o no del cannabis.

En España, en investigaciones llevadas a cabo en el Instituto Cajal del concejo superior de investigaciones científicas y la facultad de biología de la Universidad Complutense de Madrid han comprobado en ratas de laboratorio que la inyección de cannabinoides frenan el deterioro cognitivo del mal de Alzheimer.