Ya hemos comentado que el proceso de extracción de hachís con agua fría es el que nos proporciona mayor cantidad de costo. La base del proceso es la diferencia entre la solubilidad en agua de la resina y el resto de componentes del follaje de la planta de marihuana. La resina no se disuelve en agua mientras que el resto de componentes que no nos interesan son solubles en agua fría. Así, obtendremos la resina y ciertos componentes que proporcionan sabor y aroma separados del agua. La forma de recoger nuestro producto, el costo, también es sencilla porque la resina de cannabis es más pesada que el agua y se depositará en el fondo del recipiente mientras que el resto de material del follaje es menos pesado y quedará flotando en la superficie del agua. Además, las glándulas de resina pequeñas e inmaduras no caerán al fondo juntándose con las buenas por lo que la calidad del costo será mayor.

Operamos de la siguiente forma: Necesitamos un contenedor alto que ha de contener entre diez y veinte veces el volumen de los recortes  de marihuana en seco y una malla muy fina que ha de retener la resina (40-60 micras) y que se situará en el interior. Llenamos con agua fría (ayudándonos de cubitos). Añadimos la marihuana previamente cortadita y congelada o, también, el polvo seco de resina de marihuana recién cribado y aún frío si es que queremos hacer antes una preselección del material con una malla de unas 150 micras.  Dejamos reposar unos  15 minutos.  importante respetar la proporción entre el agua y los recortes de nuestro cultivo de cannabis pues necesitamos espacio para que se mezclen uniformemente y para que la resina caiga al fondo. Además, si ponemos poco agua muchos tricomas cargaditos de resina acabarán adheridos al follaje y perderemos resina.

Después, tenemos que agitar vigorosamente durante 10-15 minutos para dispersar bien la marihuana (puedes utilizar un mezclador eléctrico con palas al mínimo, cuanto más larga sea la varilla mejor). Dejamos reposar varios minutos y volvemos  a agitar durante otros 10-15 minutos. Podemos repetir el proceso de reposo y agitado varias veces más para extraer toda la resina posible. Al final, dejamos en reposo 15 minutos para que la resina decante completamente sobre la malla del fondo del recipiente.

Finalmente, retiramos todas las partículas de la superficie (ayúdate con una malla gruesa, colador, etc) y sacamos cuidadosamente la malla con la resina. Conviene enjuagarla con abundante agua fría para eliminar impurezas. Sólo nos queda presionarla para que expulse el agua, envolverla con papel absorbente, dejar que seque y modelar.

Existen bolsas de malla preparadas para ajustar al contenedor llamadas Ice-O-Lator. Están disponibles en tamaños de poro graduales y utilizándolas conjuntamente se obtiene un hachís más puro. El proceso es el mismo con la variante de que en vez de poner una única malla en el recipiente colocamos varias, primero la de tamaño de poro más pequeño y encima de ésta vamos situando sucesivamente las de tamaño de poro mayor. Cuando terminamos los procesos de agitación y reposo sacaremos las bolsas una a una de la siguiente manera:

Se retira la primera bolsa que contiene toda la materia prima y se deja drenar el agua unos minutos.

Se desecha la materia prima y se da la vuelta a la bolsa.

Se enjuaga con abundante agua fría sobre el contenedor para recoger las partículas de resina que se hayan quedado adheridas en los poros.

Se procede de la misma manera hasta que llegamos a la última bolsa Ice-O-Lator, que contiene la resina.