Si bien son demasiadas las variedades de comida que uno puede preparar a base de marihuana, lo esencial es hacer que el THC sea extraido de la planta e incorporado a la preparación que vamos a realizar. Para ello, el método más conocido y más eficaz que podemos emplear es la mantequilla cannabica, ya que por el calentamiento de la grasa se logra que el THC se disuelva mas rápido de esa forma, que a través de otros métodos que incluyen alcohol, leche o agua.

Para realizar la mantequilla de marihuana es necesario incorporar en una olla ½ litro de agua e introducir 200grs de manteca para luego calentar a baño maria e incorporar el ingrediente principal y si bien la cantidad debe ser a conciencia ya que cada uno conoce su organismo y tolerancia, mi recomendación es que utilicen no más de 20grs de cogollos por cada 200grs de manteca. A su vez, la marihuana puede ser incorporada a la olla en forma de hojas o procesada previamente, siendo la segunda opción algo más light ya que al procesar el cannabis se rompen varias moléculas de THC, perdiendo así algo de potencia.

Luego de mezclar el agua, la manteca y el cannabis, debemos calentar la olla a fuego lento y una vez que rompe el hervor dejaremos que se cocine entre 40 minutos y 3 horas, revolviendo de vez en cuando. Otro dato a tener en cuenta es que cuanto más tiempo se cocina la mantequilla más THC absorverá.

Una vez cumplido el tiempo de cocción, es momento de colar la preparación a fin de separar las hojas del resto del liquido. Dichas hojas pueden ser utilizadas para alguna decoración posterior o simplemente descartadas ya que su principal cualidad ha sido transmitida a la manteca.

El siguiente paso será el de guardar la olla en la heladera por 24 horas, para luego comprobar que en el fondo de la misma se encontrará la manteca solidificada y entonces es momento de descartar también el agua para disponer solo de la mantequilla, la cual podrá ser utilizada en recetas cannábicas de lo más variadas.

Tambien existe la opción de duplicar o triplicar la cantidades a utilizar y una vez obtenida la mantequilla guardar lo que no se use dentro del freezer para un uso futuro.