[1]Para el desarrollo y el crecimiento de la marihuana [2], se requiere gran cantidad de luz. En el cultivo de exterior este problema se solventa gracias a la luza del sol. Pero en el cultivo de interior, hay que proveer a las plantas de cannabis de la luz necesaria por medio de focos especiales. Hay que usar dos diferentes tipos de luz para el cultivo de marihuana durante toda su vida. Esta página describe la cantidad y el tipo de luz que necesita.
Durante la etapa de rápido crecimiento vegetativo, la marihuana necesita una gran cantidad de luz durante casi todo el día (unas 18 horas de luz, y 8 de oscuridad). El color de las luces suele estar indicado en el envase como la temperatura de color, expresada en grados Kelvin. La temperatura de color que hay que usar en esta etapa de crecimiento estará en el rango de 6.500 K. Una regla para tener en cuenta es la que dice que se necesita por lo menos un índice de 2.000 lúmenes por metro cuadrado de cultivo de interior.
Hay varios tipos de luces que funcionan bien en este rango de color. Se pueden onterner luces de haluro de metal [3] o MH, que son de las más económicas. Son ideales para la fase de crecimiento vegetativo del cannabis, y tienen una potencia adecuada. las bombillas de MH requieren balastros para funcionar, que son los focos donde se enganchan, y que suelen llevar refractores para aprovechar al máximo la luz que se emite en tondas direcciones, y dirigirla hacia abajo y los costados, que es donde estarán las plantas de marihuana. Una de sus desventajas es que producir bastante calor, y lo recomendable es comprar un sistema de ventilación, que además disimule el olor.
Otro tipo de bombillas son los fluorescentes [4], y son ideales para una etapa temprana de crecimiento, cuando las plantas aún no son muy altas. En los últimos años, la cantidad de luz y la calidad de los fluorescentes ha mejorado notablemente. Uno de los tipos de fluorescentes que se pueden utilizar son los conocidos como CFL CFL o lámparas fluorescentes compactas. Tienen una alta potencia de luz y están disponibles en el mercado con varios rangos del espectro de luz. Para la fase de crecimiento vegetativo, hay que utilizar bombillas de luz con luz similar a la del día al aire libre, con una temperatura de color de 6.500 K. Cuando está encendido, parecen un limpio color blanco, casi azul. CFL son recomendables en la iluminación en fases tempranas de crecimiento. Emiten muy poco calor.
En la etapa de floración, la planta de marihuana crece mejor con una mayor proporción de luz roja del espectro (sobre 2.700 K). Sólo necesita la mitad de horas de luz, unas 12 horas. La cantidad de luz que reciben se puede aumentar, llegando al extremo de 3.000 lúmenes por metro cuadrado. En este caso, los tubos fluorescentes no nos van a ofrecer tanta cantidad de luz, y menos para este espectro de color. Aunque hay una variedad de fluorescentes CFL, que pueden llegar a este espectro y se venden remarcando la característica de que emiten una suave luz blanca. La luz tienen un color anaranjado-amarillento.
Una luz más brillante y que funciona a la perfección en este espectro son las bombillas de alta presión de sodio [5], o HPS. Las luces de HPS requieren un sistema más complejo de instalación. Emite mucho calor, por lo que se deben colocar un poco más alejadas de las plantas que los fluorescentes, y el sistema de ventilación en este caso es casi indispensable. La verdad es que este tipo de focos se pueden usar durante toda la etapa de crecimiento, y los resultados en cuanto a producción y calidad de las plantas de marihuana son excelentes. La desventaja es que son más caros que los tipos de bombillas anteriormente citados, aunque al final el esfuerzo económico merezca la pena.
Vamos a hacer un resumen de los tipos de bombillas y cuando se pueden utilizar:
– Bombillas de halogenuros metálicos: luz de alta intensidad con mucha luz en el espectro azul. Requiere un balastro para ser usado. Para la fase de crecmiento.
– Luz fluorescente de tubo: tubos largos que producen luz de espectro azul. Requiere lámparas fluorescentes para su utilización. Se pueden usar en la fase vegetativa.
– Fluorescentes compactos: pequeños tubos en forma de espiral que produce luz de espectro azul o rojo. Ideal para la fase de crecimiento (si son más azules) o la fase de floración (blanco suave / 2700 K).
– Bombillas de alta presión de Sodio: Luz de alta intensidad que produce gran cantidad de luz roja. Requiere un balastro, y aunque son ideales para la fase de floración, se pueden usar durante todo el crecimiento del cannabis.
Para simular las horas de luz del sol, se puede usar un temporizador para las luces que se puede comprar en cualquier ferretería o centro comercial. Son los que nos van a ayudar a ser meticulosos con las 18 horas de luz y 6 horas de descanso durante el crecmiento, o las 12 horas de luz, y 12 de oscuridad de la fase de floración.