[1]Por lo general, el extracto de Cannabis sativa es más adecuado para el tratamiento de problemas físicos o mentales menores. La Cannabis indica es más eficaz en el caso de enfermedades físicas graves. También se han registrado beneficios cuando se mezclan. La sativa se aconseja para la inflamación nasal o de la próstata, mientras que la indica se recomienda para trastornos [2] como la pérdida repentina de la memoria o la alimentación desaforada.
William Boericke, doctor en medicina y destacado homeópata fallecido en 1929, se explayó sobre el empleo del cannabis en la obra Homeopathic Materia Medica. Comparó las propiedades de la tropical Cannnbis indica y su resina y las de la Cannabis sativa o cáñamo europeo y basó su análisis en los experimentos y observaciones del doctor Albert Schneider. El resultado fue una de las enumeraciones, completas que existen sobre los síntomas subjetivos a cuyo tratamiento se considera que el cannabis contribuye. Esta investigación es extraordinariamente valiosa porque se llevó a cabo en una época en que el cannabis era legal y los estudios no estaban sometidos a intereses políticos ni a penas legales.
Boericke realizó observaciones generales sobre las diferencias entre la Cannabis indica y la Cannabis sativa [3]. Reunió datos subjetivos tomados después de que los sujetos ingirieran dosis sumamente potentes de 4 gramos de tintura madre.Las reacciones que experimentaron con dosis masivas se consideraron indicios adecuados del uso terapéutico de la marihuana en dosis muy diluidas de tinturas de cannabis. Boericke consignó que las reacciones de los pacientes a elevadas dosis de resina incluían alucinaciones e imaginaciones extraordinarias, ideas exageradas del tiempo y el espacio y sentimientos de extrema felicidad y satisfacción.
El paciente entra en un estado doble y se comporta simultáneamente como observador y participante. También menciono que la tintura preparada con resina alivia múltiples trastornos nerviosos [4] como la epilepsia, la demencia, el delírium tremens, las manías, los acúfenos y los reflejos irritables, así como el bocio exoftálmico y la catalepsia. Según sus observaciones, el cáñamo europeo ayuda en los trastornos de los órganos urinarios, sexuales y respiratorios, el tartamudeo y el dolor ocular producido por la presión existente detrás de los ojos, pero no mencionó efectos mentales.