[1]En nuestro cultivo hidropónico de marihuana [2] controlaremos principalmente: tipo de sustrato, pH, temperatura y contenido de nutrientes. En cuanto al tipo de sustrato hemos de tener en cuenta su poder absorbente de nutrientes y de retención de oxígeno. Los sustratos con partículas grandes favorecen la retención de oxígeno y el drenaje pero retendrán menos la solución nutriente por lo que la irrigación será mayor o más frecuente para compensarlo.
Es importante el tamaño de las partículas de sustrato ya que cuanto más pequeñas sean más se podrán agrupar y esto dificulta el drenaje y la retención. Los medios con partículas de formas irregulares, como la arcilla expandida [3], aumentan la superficie y retienen más agua.
Evita aquellos sustratos con bordes afilados como la grava machacada porque pueden dañar las raíces de nuestras plantas de cannabis.
Los materiales fibrosos como la lana de roca, fibra de coco, vermiculita o musgo de turba son los sustratos ideales cuando el sistema hidropónico empleado para el cultivo de marihuana [4]es pasivo porque retienen grandes cantidades de humedad. Para el resto de versiones activas del cultivo hidropónico se emplean medios de cultivo que drenen rápidamente y también que retengan gran cantidad de aire como la arcilla expandida, gravilla, piedra pómez, lana de roca, o fibra de coco.