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Las variedades de marijuana de autofloración tipo Low Rider o Short Rider se pusieron de moda en los growshops de nuestra ciudad hace aproximadamente un par de años. Especialmente entre las personas que cultivan en exterior. Antes de eso poca gente había oído hablar de estas variedades, y de pronto apenas se oía hablar de otra cosa. Estas variedades de marijuana tienen, aparentemente, unas características muy convenientes para la comodidad de sus cultivadores. En primer lugar, son pequeñas, pequeñísimas, poco más que un geranio, por lo tanto pueden ser fácilmente escondidas de las curiosas miradas de los vecinos cascarrabias. En segundo lugar, tienen una misteriosa capacidad para la autofloración [2], con lo que florecen independientemente de los ciclos de luz. Por último, estas variedades de marijuana prometen producir una cantidad correcta (satisfactoria, sin exageraciones) de cogollos maduros en solamente 44 días.
Incluso corría el rumor de que estas variedades podían crecer y florecer en pleno invierno en el comedor de tu casa (rumor al que no conviene hacer demasiado caso).
Por si todo esto fuera poco, además se dice que son variedades con cierta resistencia a los hongos y otros males de los que azotan los cultivos de balcón. De modo que parecía ser la solución perfecta para aquellas personas que no pueden cultivar marijuana de interior, o que conviven con vecinos que muestran demasiado interés por lo que ocurre al otro lado de la verja, o simplemente que quieren terminar pronto, porque ya sabemos que los ciclos son muy largos y las labores muy árduas, según cómo.
Verdades y mentiras en todo esto…
Honestamente, estas variedades no están mal, pero tampoco son la panacea. Obviamente. Resistentes lo son, eso sí, al menos mucho más que otras exquisiteces carísimas que luego no aguantan ni un asalto. La cantidad de cogollos que producen no es mucha. Aunque todo depende de las necesidades de sus cultivadores/consumidores. En mi opinión, es más que suficiente para uno mismo, teniendo en cuenta que a los 44 días, cuando ya has cosechado, puedes sembrar otra vez… y otra… Y hasta que el frío te diga basta. Ahora, la calidad de estas variedades es otro tema. En primer lugar tenemos que tener en cuenta que la calidad de las plantas de marijuana cultivadas en el exterior siempre será inferior a las plantas cultivadas en interior, está claro. A esto hay que añadirle que la calidad de la Low Rider es de por sí sensiblemente inferior a las demás marijuanas. Es decir, las Low Rider cultivadas en el exterior no son como para echar cohetes. Pero es correcto: Suficientemente satisfactorio, teniendo en cuenta lo que es y cómo es.
Recomendables para principiantes y para los temerosos del vecino. Te dejan pasar un verano bastante tranquilo porque no se ponen enfermas cada dos por tres padeciendo todas las plagas y afecciones del catálogo por orden alfabético, como hacen otras que no te dejan ni un respiro. Pero tampoco son inmortales, hay que cuidarlas y sufren como todas.
Las semillas [3] de estas variedades de marijuana se adquieren fácilmente en los growshops y el precio ronda aproximadamente los 30€ el paquete de cinco semillas feminizadas, o 20€ sin feminizar. Germinan [4] como todas.