Las semillas de “mariguana” más apropiadas para la germinación son las maduras, que son duras y de color marrón claro a oscuro, con puntos, motas o rayas. Éstas son las que presentan un mayor índice de germinación. Por el contrario, las semillas blandas, pálidas o verdes suelen ser inmaduras y se debería evitar su uso, para no malgastar recursos en ellas. Las semillas de marihuana deben conservarse en un lugar fresco, oscuro y seco. Los refrigeradores son aconsejados si son del tipo de enfriamiento por aire, y no se condensa la humedad en su interior. En estos se pueden guardar las semillas, en una bolsa de plástico y preferentemene al vacío.
Las semillas inmaduras germinan poco y, cuando lo hacen, producen normalmente plantas de marihuana enfermizas y poco resistentes. Con las semillas maduras frescas y secas de menos de un año, por el contrario, brotan rápidamente y dan lugar a plantas de maría sanas y robustas.
Las semillas que tienen más de un año, suelen tener menor capacidad para germinan, y el periodo hasta que brotan se alarga.

