Muchas veces el olor que desprende la marihuana se convierte en un problema cuando llega el momento de la cosecha.
Las plantas están en su máximo esplendor con los cogollos bien formados y la producción de resina al máximo, y hay que mantener una buena ventilación en el lugar de plantación, así como después en los habitáculos de secado y curado.
E olor de la marihuana es consistente y se acumula si no proveemos al cultivo de una corriente de aire que limpie y purifique el ambiente.
El principal causante del olor es la evaporación de los aceites esenciales del cannabis. Esto se produce cuando la temperatura supera los 21ºC. Así que una buena práctica es la de intentar mantener la temperatura del lugar de cultivo por debajo esta cota.
En cultivo de interior se debe poner un filtro de carbón antes de expulsar el aire al exterior por medio de los conductos de extracción.
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